Niceto Alcalá-Zamora y Queipo de Llano fue el primer presidente de la Segunda República Española, que fue proclamada en abril de 1931. El primer gobierno formado por él fue un gobierno de coalición entre republicanos y socialistas. El gobierno fue uno de los más estables de la República, pero el presidente Alcalá-Zamora presentó su dimisión en septiembre de 1933 debido a diferencias con el gobierno republicano de izquierdas.
La sustitución de Alcalá-Zamora como presidente fue aprobada por el Congreso, y el cargo fue ocupado por su vicepresidente, Diego Martínez Barrio. Martínez Barrio fue un republicano de izquierdas, y su nombramiento como presidente fue visto como una victoria para los republicanos de izquierdas. Durante su mandato, el gobierno de Martínez Barrio puso en marcha reformas sociales e intentó llevar a cabo una política de conciliación entre los diferentes partidos. Sin embargo, su presidencia se vio amenazada por el aumento de la violencia política en España, y en septiembre de 1934 presentó su dimisión.
Tras la dimisión de Martínez Barrio, el Congreso eligió a Alejandro Lerroux para sustituir a Alcalá-Zamora. Lerroux era un republicano de derechas y el líder del Partido Radical. Como presidente, Lerroux intentó llevar a cabo una política de moderación entre los diferentes partidos, pero no tuvo éxito. En 1936, fue derrocado por un golpe de Estado de los militares, que puso fin a la presidencia de Lerroux.
En conclusión, Diego Martínez Barrio y Alejandro Lerroux fueron los dos presidentes que sustituyeron a Niceto Alcalá-Zamora en la Presidencia del gobierno tras su dimisión. Martínez Barrio fue un republicano de izquierdas, mientras que Lerroux fue un republicano de derechas. Ambos intentaron llevar a cabo una política de moderación, pero no tuvieron éxito. Finalmente, Lerroux fue derrocado por un golpe de Estado en 1936.
Niceto Alcalá-Zamora fue el primer presidente de la República española desde el 14 de abril de 1931 hasta el 10 de abril de 1936. Durante su mandato, Alcalá-Zamora se enfrentó a la creciente presión de los grupos de derecha y de izquierda. El 10 de abril de 1936, Niceto Alcalá-Zamora fue destituido por el Parlamento y sustituido por Manuel Azaña Díaz, quien se convertiría en el segundo presidente de la República.
Manuel Azaña Díaz fue un importante líder político de la izquierda republicana española que había servido como ministro de Estado en el gobierno de Niceto Alcalá-Zamora. Fue elegido presidente del Consejo de Ministros el 10 de abril de 1936. Tras la destitución de Niceto Alcalá-Zamora, Azaña fue elegido presidente de la República por el Parlamento y asumió el cargo el mismo día.
Durante su gobierno, Azaña Díaz se centró en la defensa de los derechos y libertades de la República, y aprobó una serie de reformas económicas y sociales que mejoraron la situación de los españoles. Sin embargo, fue incapaz de solucionar la crisis política en el país, lo que llevó al estallido de la Guerra Civil española en julio de 1936. Azaña se vio obligado a dimitir el 17 de febrero de 1939 tras la caída del Frente Popular.
En conclusión, Manuel Azaña Díaz fue el presidente de la República que sustituyó a Niceto Alcalá-Zamora en abril de 1936. Durante su gobierno, Azaña luchó por defender los derechos y libertades de los ciudadanos españoles, pero fue incapaz de resolver la crisis política en el país. Finalmente, fue obligado a dimitir tras el estallido de la Guerra Civil.
Durante la segunda mitad del siglo XIX, el Gobierno Provisional fue una etapa clave en la historia de México. Esta fue la etapa en la que el país pasó de una monarquía a una república constitucional. El Gobierno Provisional fue creado por un grupo de ciudadanos mexicanos liderados por el General Don Ignacio Comonfort. Esta etapa duró desde 1855 hasta 1857.
Durante este periodo, el General Comonfort fue nombrado presidente del Gobierno Provisional. Él fue el responsable de liderar al país durante la transición de una monarquía a una república constitucional. Como presidente, Comonfort estableció una nueva Constitución, estableció un sistema de gobierno electo y promulgó leyes para mejorar la economía del país.
Además, Comonfort fue el encargado de restablecer la paz y la estabilidad en México. Esto fue logrado a través de la firma de acuerdos con los Estados Unidos, así como con varias ciudades mexicanas. Estas acciones permitieron que el país recuperara su economía y desarrollara un sistema político más estable.
A pesar de haber hecho mucho por el país, el gobierno de Comonfort fue corto y turbulento. Fue destituido en 1857 y reemplazado por una nueva administración. Aunque su gobierno fue breve, el General Comonfort fue una figura clave en la transición de México de una monarquía a una república.
La Segunda República Española fue el régimen político de España entre el 14 de abril de 1931 y el 1 de abril de 1939. Se trata de uno de los periodos más importantes de la historia de España, ya que marcó el comienzo de una nueva era política en la que los ciudadanos tuvieron derechos democráticos y una mayor libertad. El primer presidente de la Segunda República fue Niceto Alcalá-Zamora, quien fue elegido por el Parlamento el 14 de abril de 1931.
El segundo presidente de la Segunda República fue Manuel Azaña, quien fue elegido el 10 de diciembre de 1933. Azaña era un abogado y político de izquierdas que había luchado mucho por los derechos democráticos de los españoles. Durante su mandato, Azaña promulgó una serie de leyes que tuvieron un gran impacto en la vida de los españoles, como la ley de libertad de prensa, la ley de educación y la ley de libertad religiosa.
Además, Azaña también promulgó una nueva Constitución que fue aprobada en 1931. Esta Constitución reconocía los derechos civiles y económicos de los ciudadanos. Durante el mandato de Azaña, la economía de España creció y mejoró, y se llevaron a cabo numerosas reformas sociales, educativas y políticas. Sin embargo, el gobierno de Azaña fue marcado por el aumento de la violencia política y las divisiones internas en el país.
Azaña dimitió como presidente de la Segunda República el 15 de mayo de 1936, aunque siguió siendo uno de los principales líderes de la izquierda española hasta el final de su vida. Fue uno de los principales líderes de la Revolución de Octubre de 1934 y uno de los principales opositores al régimen franquista. Su legado sigue siendo muy importante para los españoles hasta el día de hoy.
Durante el periodo conocido como el bienio reformista, la presidencia del Gobierno español fue ostentada por dos políticos: Francisco Silvela y Práxedes Mateo Sagasta. El primer presidente fue Francisco Silvela, quien asumió el cargo en abril de 1902, tras la dimisión del anterior presidente, el conde de Romanones.
El hecho de que Francisco Silvela fuera el nuevo presidente del Gobierno español, significó el inicio de un periodo de reformas tendentes a modernizar el país, como la aprobación de la Ley de Sucesión y la Ley de Asociaciones. Estas reformas se conocen como el bienio reformista.
Sin embargo, Francisco Silvela no logró gobernar durante mucho tiempo. En marzo de 1903, fue destituido de su cargo tras una votación en el Congreso de los Diputados, lo que dio paso a Práxedes Mateo Sagasta. El nuevo presidente se propuso continuar con las reformas iniciadas por su predecesor, además de impulsar la instauración de la monarquía constitucional en España.
En total, Práxedes Mateo Sagasta fue presidente del Gobierno durante tres periodos: desde marzo de 1903 hasta noviembre de 1904, desde enero de 1906 hasta julio de 1909 y desde diciembre de 1909 hasta noviembre de 1910. Su última etapa como presidente fue conocida como el segundo bienio reformista.
En conclusión, durante el bienio reformista, los presidentes del Gobierno español fueron Francisco Silvela y Práxedes Mateo Sagasta. Ambos impulsaron importantes reformas para modernizar el país, como la Ley de Sucesión y la Ley de Asociaciones, además de la instauración de la monarquía constitucional.