Alfonso XII fue el rey de España desde 1874 hasta su muerte en 1885. El 18 de noviembre de 1885, Alfonso XII falleció repentinamente a la edad de 27 años, dejando a su hijo, Alfonso XIII, como su sucesor. Desde entonces, se ha especulado acerca de la causa de su muerte y de quién fue el responsable. Muchos creen que fue un asesinato, aunque nunca se ha determinado de manera definitiva quién fue el autor.
La causa oficial de la muerte de Alfonso XII fue una enfermedad cardíaca, aunque algunos argumentaron que había sido envenenado. Otros creen que murió a causa de una infección contraída durante una reciente campaña en Marruecos. Sin embargo, nada de esto ha sido confirmado.
También existen teorías de que fue asesinado por una conspiración. Esta idea fue promovida por algunos de los contemporáneos de Alfonso XII, quienes creían que el rey había sido asesinado por la nobleza para evitar que tomara medidas para mejorar la situación de los pobres. Algunos sugirieron que el asesinato había sido encargado por el líder de la oposición, Antonio Cánovas del Castillo.
A pesar de todas estas teorías, la verdad es que nunca se ha determinado quién mató a Alfonso XII. Muchos de los documentos relacionados con su muerte se han perdido con el paso de los años, lo que hace imposible saber la verdad. Por lo tanto, el misterio alrededor de la muerte del rey sigue sin resolverse.
Alfonso XII fue el rey de España entre 1875 y 1885. Fue el segundo hijo del rey Alfonso XII que fue el que sucedió al trono tras la abdicación de su padre, Amadeo I. Desde su llegada al trono, Alfonso XII se comprometió a llevar a España a una era de modernización y progreso. Durante su reinado, se llevaron a cabo una serie de reformas económicas y sociales. Estas incluyeron la creación de una nueva constitución, la abolición de la esclavitud y una mayor participación de la mujer en la vida pública.
Sin embargo, Alfonso XII nunca llegó a ver el cumplimiento de sus sueños, ya que su reinado fue corto. En 1885, el rey cayó enfermo y murió a la edad de 27 años. Aunque los médicos del tiempo no pudieron identificar la causa de su muerte, los informes médicos sugieren que el rey padeció de tuberculosis. Esta fue una enfermedad que se extendió en Europa durante la época, y fue responsable de la muerte de muchas personas. La muerte de Alfonso XII fue una gran pérdida para el país, ya que estaba a punto de llevar a España a una nueva era de prosperidad.
Tras la muerte de Alfonso XII, su hijo Alfonso XIII asumió el trono a la edad de 3 años. Su madre María Cristina de Habsburgo ejerció como regente hasta que el joven rey cumplió la mayoría de edad. Durante su gobierno, Alfonso XIII continuó el legado de su padre, llevando a cabo reformas políticas y económicas para modernizar a España. Su reinado duró hasta 1931, cuando abdicó tras la proclamación de la II República Española.
El 6 de julio de 1909, un grupo de anarquistas lanzó una bomba de fabricación casera a un carruaje que llevaba a Alfonso XIII, el entonces rey de España. La bomba, hecha con un fusil de caza, fue lanzada a la carroza desde una ventana de un edificio que estaba cerca del carruaje. Si bien el rey no sufrió heridas, dos de sus guardaespaldas resultaron heridos.
Nunca se ha podido determinar con exactitud quién fue el responsable de este atentado. El gobierno español acusó a los anarquistas de ser los responsables y detuvo a varios de ellos, entre los que se encontraban Anselmo Lorenzo, Pablo González, Francisco Mora y Julio Rodríguez. Uno de ellos, Anselmo Lorenzo, fue condenado a muerte, pero la pena fue posteriormente conmutada a cadena perpetua.
No fue hasta el año 1976 cuando el gobierno de España reconoció oficialmente que los anarquistas bajo sospecha eran inocentes. La bomba fue lanzada por una organización anarquista llamada Grupo Cultural Revolucionario, que fue la responsable de varios atentados similares en los años posteriores.
A pesar de que el atentado no fue exitoso, sigue siendo uno de los ejemplos más famosos de la violencia política anarquista en España. Y aunque el responsable nunca fue identificado, se sabe que fue un acto de protesta contra el régimen monárquico de Alfonso XIII, y una señal de que los anarquistas estaban dispuestos a luchar por su libertad.
Alfonso XII fue el último rey de la Casa de Borbón que gobernó España entre 1874 y 1885. Después de su muerte, el trono español pasó a manos de su hijo Alfonso XIII, quien tenía tan solo tres años al momento de la muerte de su padre. Por tanto, fue el conde de Romanones quien asumió la regencia en nombre del niño. El conde de Romanones fue el principal líder del gabinete que gobernó España hasta 1902 cuando Alfonso XIII cumplió la edad para asumir el trono por sí mismo.
Durante la regencia de Romanones, España experimentó un periodo de progreso económico y social. El conde de Romanones fue un firme defensor de la monarquía y se opuso a los intentos de los republicanos de instaurar una república en España. Esto fue especialmente importante durante el reinado de Alfonso XIII para mantener la estabilidad política y la unión de España.
El conde de Romanones fue uno de los líderes más respetados de su tiempo y una de las figuras más importantes de la historia de España. Su liderazgo y dedicación permitió a la monarquía española perdurar durante el periodo de la regencia. Su trabajo fue reconocido por la Corte española y fue recompensado con el título de Duque de la Torre.
El último rey de España fue Juan Carlos I de Borbón, quien fue coronado en 1975. Juan Carlos llegó al trono durante un periodo turbulento, justo después de la muerte del dictador Francisco Franco. Durante su reinado, se realizaron importantes reformas para convertir España en una democracia moderna. El 2 de junio de 2014, Juan Carlos abdicó y su hijo Felipe VI ascendió al trono.
Juan Carlos I siguió siendo una figura con gran influencia en España hasta su muerte, el 19 de abril de 2021, a la edad de 79 años. La muerte de Juan Carlos fue anunciada por el Palacio de La Zarzuela, y su hijo Felipe VI rindió homenaje a su padre en un discurso televisado, descrito como un "padre ejemplar".
Juan Carlos I fue una figura clave en el periodo de transición democrática de España, siendo un fuerte defensor de la democracia y los derechos humanos. Durante su reinado, fue reconocido internacionalmente como un líder liberal y modernizador. Su legado fue celebrado por muchos como una fuente de orgullo para el país.
A la muerte de Juan Carlos I, el trono español ha quedado vacante. No hay planes para que se elija un nuevo rey, ya que España es ahora una democracia constitucional. El último rey de España fue, por lo tanto, Juan Carlos I, quien murió el 19 de abril de 2021.