Durante el periodo de 1854 a 1856, el Bienio Reformista fue el periodo de gobernanza de los partidos políticos progresistas, liderados por el general Baldomero Espartero, príncipe de Vergara. El Bienio Reformista fue el resultado de una reacción a los esfuerzos del partido conservador para restaurar el absolutismo. Esto provocó una lucha entre los dos partidos, que finalmente culminó con la victoria de los progresistas. La supresión de la censura, el restablecimiento de la libertad de prensa y la apertura de la educación a todas las clases sociales, fueron algunas de las principales reformas llevadas a cabo por el Bienio Reformista.
Espartero fue el líder más destacado del Bienio Reformista. Nacido en un familia campesina humilde, se alistó en el ejército español y se destacó mientras servía en la Guerra de la Independencia de España. Fue ascendido a general y luego nombrado Presidente del Consejo de Ministros. Durante su gobierno, Espartero fue conocido por su talento para conciliar y comprometer a los diferentes partidos políticos y grupos sociales.
Espartero fue el líder indiscutible del Bienio Reformista, pero no fue el único. Se contó con el apoyo de muchos otros líderes, entre ellos el ministro de Justicia, José María Calatrava, que contribuyó a la promulgación de la Ley de Reforma Judicial en 1855. También tuvo el apoyo del ministro de Hacienda, Leopoldo O'Donnell, que lideró con éxito la lucha contra el déficit presupuestario y mejoró la economía española.
En conjunto, el Bienio Reformista fue un periodo de cambio significativo para España. Las reformas llevadas a cabo durante este periodo desempeñaron un papel importante en la modernización del país y la democratización de la sociedad española. Aunque el gobierno de Espartero finalmente fue derrocado por el partido conservador en 1856, muchos de los cambios realizados durante el Bienio Reformista permanecen en la actualidad.
En 1931, el mundo estaba en medio de grandes cambios políticos. El Imperio Británico, una de las superpotencias de la época, estaba en el poder. El Imperio Británico era una entidad política que incluía a la Gran Bretaña, el Irlanda del Norte, el Canadá, el Australia, el India y otros territorios bajo su control. En 1931, el Reino Unido era el encargado de gobernar el Imperio Británico.
En 1931, una de las principales figuras de la política mundial fue el Presidente de Estados Unidos, Herbert Hoover. Hoover fue responsable de llevar a Estados Unidos a través de la Gran Depresión, que comenzó en 1929. También fue el líder de la Segunda Guerra Mundial, que comenzó en 1939. Además, en 1931, el Rey Alfonso XIII gobernaba España, el Emperador Hirohito gobernaba el Imperio Japonés y el Zar Nicolás II gobernaba Rusia.
En 1931, también había muchos cambios en el mundo árabe. En Egipto, el Reino de Faruq estaba en el poder. En Arabia Saudita, el Reino de Ibn Saud estaba en el poder. También fue el año en que el Reino de Iraq fue establecido. Además, en 1931, el Reino de Jordania fue creado.
En 1931, también hubo cambios en el mundo asiático. En el Imperio Chino, la Republica de China estaba en el poder. En el Imperio Japonés, Hirohito era el Emperador. En India, el Reino Unido era el encargado de gobernar. En Corea, el Imperio Japonés estaba en el poder. En el Imperio Birmano, el Rey Mindon estaba en el poder.
En 1931, el mundo estaba en un momento de grandes cambios políticos. El Imperio Británico era la superpotencia de la época, y el Reino Unido era el encargado de gobernarlo. En Estados Unidos, Herbert Hoover era el presidente. En Europa había muchos cambios en los reinos, incluyendo el Reino de España y el Reino de Rusia. En el mundo árabe, el Reino de Egipto y el Reino de Arabia Saudita estaban en el poder. En Asia, el Imperio Japonés y la Republica de China estaban en el poder. Estos cambios políticos marcaron el comienzo de una nueva era.
La Segunda República Española fue una época histórica que duró desde el 14 de abril de 1931 hasta el 1 de abril de 1939. Durante esta época, España fue gobernada por una Coalición Republicana, una coalición de partidos que abarcaban desde el centro-izquierda hasta el centro-derecha. Estas fueron algunas de las fuerzas políticas más importantes que gobernaron durante la Segunda República Española:
Partido Republicano Radical: Este partido fue la fuerza política más importante durante la Segunda República Española. Fue liderado por Alejandro Lerroux, un político de izquierda liberal. El Partido Republicano Radical buscaba una mayor democracia, el sufragio universal y el establecimiento de una economía más justa.
Partido Socialista Obrero Español (PSOE): El PSOE fue el segundo partido más importante durante la Segunda República Española. Estaba liderado por Francisco Largo Caballero, un socialista de izquierda. El PSOE buscaba una mayor redistribución de la riqueza y un estado de bienestar para todos los españoles.
Partido Republicano Conservador: El Partido Republicano Conservador fue liderado por José María Gil Robles, un político de derecha. Su objetivo era mantener muchos de los principios de la monarquía, como el respeto a la religión católica y la defensa de la unidad nacional española.
Durante la Segunda República Española, estos partidos trabajaron juntos para gobernar España. Aunque hubo muchos problemas, esta fue una época de relativa estabilidad y progreso para España. Esta fue también la última etapa de la historia de España antes de la Guerra Civil Española.
En 1934, el presidente de la República de México era Abelardo L. Rodríguez, quien fue el mandatario durante el periodo presidencial del 1 de diciembre de 1932 al 30 de noviembre de 1934. Abelardo era un empresario y político mexicano que desempeñó el cargo de presidente de México durante el gobierno de la Revolución Mexicana. Nació el 28 de febrero de 1879 en Parras de la Fuente, Coahuila, y murió el 3 de mayo de 1967 en la Ciudad de México.
Durante su gobierno, el presidente Abelardo Rodríguez se esforzó por modernizar al país, logrando una mejora en la industria, el comercio, el transporte, el trabajo, la agricultura y el turismo. También se aprobó una nueva Constitución en 1934, que aún sigue vigente. Además, impulsó la educación y promovió una cultura de respeto por la ley y los derechos humanos. A pesar de los avances en su mandato, muchos de sus proyectos fueron bloqueados por el Congreso, lo que le impidió lograr mayores avances.
Al final de su mandato, Abelardo Rodríguez dejó un México en pleno desarrollo económico, con una infraestructura mejorada, una educación accesible para todos y una Constitución moderna. Sus logros le han valido el reconocimiento de ser uno de los mejores presidentes de México de la historia.
El bienio progresista fue un período de gobierno de la Segunda República Española, que se extiende desde el inicio del gobierno de Manuel Azaña en junio de 1931 hasta el inicio del gobierno de Alejandro Lerroux en noviembre de 1933. Durante este período, España experimentó una profunda transformación social, política y económica.
El golpe de Estado de Primo de Rivera en 1923 había interrumpido la experimentación democrática de la Primera República Española y el régimen autoritario que él impuso se mantuvo hasta su caída en 1930. Después de la abdicación del rey Alfonso XIII, el nuevo gobierno provisional designó a Niceto Alcalá-Zamora como presidente de la II República Española.
Durante los primeros meses de la Segunda República, los españoles votaron por una coalición de izquierda, conocida como el Frente Popular, que estaba compuesta por partidos como el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), el Partido Comunista de España (PCE) y el Partido Republicano Radical (PRR). La coalición liderada por Manuel Azaña ganó las elecciones y comenzó el bienio progresista.
Durante el bienio progresista, el gobierno de Azaña implementó una serie de reformas sociales y políticas destinadas a mejorar la vida de los españoles. Estas reformas incluyeron la abolición de los latifundios, la nacionalización de los bancos, la reforma fiscal, la creación de un sistema de seguridad social, la ley de sufragio femenino, la reforma educativa, la reforma del derecho de sucesión, entre otras.
A pesar de que el bienio progresista tuvo muchos logros, el gobierno de Azaña se enfrentó a una fuerte oposición de derecha, liderada por Alejandro Lerroux. Esta oposición llevó al fin del bienio progresista en 1933, cuando el gobierno de Lerroux asumió el poder. Aunque el bienio progresista fue breve, sus logros tuvieron un impacto duradero en la sociedad española.