En 1836, España estaba gobernada por Isabel II de Borbón, hija de Fernando VII. Isabel II fue una monarca del período conocido como el Reinado de Isabel II, el cual duró desde 1833 hasta 1868. Fue la última monarca de la dinastía borbónica que reinó en España. Durante su reinado, Isabel II gobernó con la ayuda de un Consejo de Ministros nombrado por ella. Su gobierno era una monarquía constitucional, es decir, no tenía un completo control sobre el país, sino que tenía que compartir el poder con el Parlamento y la Ley. Aunque en un principio la monarquía de Isabel II recibió el apoyo de la nobleza y la alta burguesía, el gobierno de Isabel II fue marcado por el descontento de la población y los intentos de reforma política. En 1868, Isabel II fue derrocada por una revolución y su hijo Alfonso XII fue nombrado Rey de España.
En 1933, España estaba gobernada por una dictadura militar. Tras la abdicación de Alfonso XIII, el gobierno provisional había sido liderado por Niceto Alcalá Zamora desde el 14 de abril de 1931, hasta el 10 de octubre del mismo año, cuando fue destituido por un golpe de Estado en el que participaron militares leales al régimen monárquico. El proceso se conoció como la Revolución de Primo de Rivera y estableció una dictadura militar liderada por Miguel Primo de Rivera.
Durante este periodo, Primo de Rivera ejerció de dictador con el título de Director General de la Nación, hasta su dimisión el 28 de enero de 1930, tras la renuncia del Rey y la abolición del régimen monárquico. El cargo fue entonces asumido por el General Dámaso Berenguer, que se mantuvo en el cargo hasta el 14 de abril de 1931, cuando fue destituido y reemplazado por Niceto Alcalá Zamora.
Después de la Revolución de Primo de Rivera, el cargo de Director General fue desempeñado por el General José Sanjurjo hasta el 10 de julio de 1933. Tras su dimisión, el gobierno provisional fue liderado por el General Diego Hidalgo, hasta el 18 de julio del mismo año, cuando fue elegido como nuevo presidente de la República el General Miguel Primo de Rivera.
En resumen, en 1933 España estaba bajo una dictadura militar liderada por el General Miguel Primo de Rivera, tras el golpe de Estado llevado a cabo por el General José Sanjurjo.
En 1839, España era gobernada por una monarquía constitucional desde hacía algunos años. La reina de la época era Isabel II, una soberana joven de dieciocho años de edad. Fue la primera reina de España desde la muerte de su padre, Fernando VII, en 1833, y su reinado se extendió hasta 1868. Su nombre oficial era Isabel II de Borbón y se le conocía como "la Reina Deseada" o también como "la Reina española".
Durante el reinado de Isabel II, el gobierno estaba compuesto por una combinación de ministros y funcionarios que trabajaban juntos para mantener el orden. Los ministerios eran responsables de la administración de la justicia, el control de la economía, el mantenimiento de la seguridad interna y la defensa de los intereses del país. El gobierno también estaba compuesto por una variedad de comisiones, como la Junta de Hacienda, la Junta de Obras Públicas y la Junta de Comercio.
Durante el reinado de Isabel II, el gobierno mantuvo una política de control estricto sobre la economía, los impuestos y la censura de la prensa. Esto limitó la libertad de expresión y el acceso a la información. La reina también fue acusada de corrupción y abuso de poder por parte de sus ministros. Esto llevó a protestas y revueltas populares que obligaron a la reina a destituir a su gobierno en 1843.
A pesar de la corrupción y la represión política, el gobierno de Isabel II también llevó a cabo importantes reformas sociales y económicas que mejoraron la calidad de vida de los españoles. Estas incluían el fomento de la educación, el desarrollo de la infraestructura y la reforma de la administración de justicia y de la propiedad. Estas reformas ayudaron a impulsar el crecimiento económico y el progreso social durante el reinado de Isabel II.
Durante el período de tiempo que va desde 1931 hasta 1939, España fue gobernada por una serie de diferentes gobiernos. Estos variaron desde la Segunda República hasta el régimen de Franco. El primer gobierno que gobernó España durante este periodo fue el de la Segunda República Española, que fue instaurada el 14 de abril de 1931. Durante este periodo, el gobierno de la Segunda República se dedicó a reformar el país, incluyendo el establecimiento de una nueva Constitución, la apertura de nuevas escuelas, la expansión de los derechos de los trabajadores y el establecimiento de un sistema de salud pública.
Sin embargo, los esfuerzos de la Segunda República para modernizar el país estuvieron destinados a fracasar debido a la creciente división política que se produjo en el país. Esto resultó en el golpe de Estado de 1936, llevado a cabo por el general Francisco Franco. El golpe de Estado fue seguido por una guerra civil de tres años, en la que Franco fue el líder de los rebeldes Nacionalistas. Al final de la guerra, en 1939, Franco se proclamó a sí mismo el Jefe del Estado español y el dictador de España hasta su muerte en 1975.
Tras la muerte de Franco, el gobierno de España fue tomado por una serie de gobiernos democráticos. Estos gobiernos han estado en el poder desde entonces, expandiendo los derechos civiles y las libertades individuales. Esto ha llevado a una mayor prosperidad y desarrollo para España, que ahora se encuentra entre los países más desarrollados de Europa.
En 1857, España estaba gobernada por el rey Isabel II de la Dinastía de Borbón. Isabel II era la hija mayor del rey Fernando VII, que fue el último monarca de la Dinastía de los Austrias. Isabel II subió al trono en 1833, después de la muerte de su padre, y gobernó la nación hasta 1868, cuando fue depuesta por una Revolución Gloriosa. Durante su reinado, España experimentó un período de gran inestabilidad política y económica. A pesar de eso, el reinado de Isabel II fue un período de grandes avances en los campos de la educación, la ciencia y la tecnología. Fue también durante su reinado cuando se construyeron algunos de los monumentos más emblemáticos de España, como la Alhambra de Granada y el Palacio de la Aljafería de Zaragoza. Además, durante el reinado de Isabel II, España comenzó a expandirse a través de sus colonias en América Latina.