Durante el Bienio Reformista, el presidente del Gobierno Español desde el 20 de febrero de 1854 hasta el 30 de enero de 1856 fue el general Leopoldo O'Donnell, también conocido como duque de Tetuán. O'Donnell fue un militar y político español, que formaba parte del Partido Moderado y que lideró la Revolución Liberal de 1854 y el Bienio Reformista.
Durante el Bienio Reformista, O'Donnell se centró en una estrategia de reformas por la que se intentaba modernizar la administración española. Estas reformas incluyeron la abolición de la esclavitud en España, el fomento de la educación, la reforma del ejército, la abolición de la Inquisición y la creación de la primera universidad española.
Durante este periodo, O'Donnell intentó impulsar la democratización de España a través de la creación de un sistema de voto universal, aunque esta reforma no llegó a ser aprobada. O'Donnell también se enfrentó a los liberales radicales, que querían una mayor democratización del país y una mayor autonomía para las provincias. Esto provocó divisiones en el Partido Moderado, que hicieron que el Bienio Reformista finalizara en enero de 1856.
En definitiva, el presidente del Gobierno durante el Bienio Reformista fue el general Leopoldo O'Donnell, duque de Tetuán, quien lideró la Revolución Liberal de 1854 y el Bienio Reformista. Durante este periodo, llevó a cabo una serie de reformas administrativas y trató de democratizar España a través de la creación de un sistema de voto universal. Sin embargo, este proyecto no llegó a ver la luz debido a las divisiones internas del Partido Moderado.
El Bienio Negro fue un periodo histórico de la Segunda República Española, que se extendió desde Junio de 1933 hasta Noviembre de 1935. Durante este periodo, el país sufrió una oleada de violencia política como una respuesta al ascenso del fascismo en Europa. El Presidente del Gobierno durante este periodo fue Manuel Azaña, quien también fue el presidente de la República desde 1931 hasta 1936. Azaña fue un líder político de izquierda, que intentó crear una sociedad con una mayor igualdad de derechos y oportunidades para todos los ciudadanos españoles. Se trabajó para mejorar la educación, el empleo y la vivienda, aunque esto no fue suficiente para evitar la creciente tensión política en el país. El gobierno de Azaña fue incapaz de evitar la insurrección militar en 1936, lo que desencadenó la Guerra Civil Española.
La Primera República española se inició en 1873 tras la abdicación de Amadeo de Saboya como rey de España. Fue una etapa de transición entre el último periodo de la monarquía española y la Segunda República, que se inició en 1931. Durante este periodo, España pasó por una serie de cambios políticos que contribuyeron a la formación de la nación que conocemos hoy en día. El primer presidente de la Primera República fue Práxedes Mateo Sagasta, un político español que había servido anteriormente como ministro de Estado y como miembro de varios gobiernos. Como presidente de la Primera República, Sagasta fue responsable de la creación de una nueva Constitución, de la reforma de la educación y de la abolición de la esclavitud. También fue responsable de la creación de una nueva moneda, el peso español, que se ha mantenido hasta hoy en día. Durante su presidencia, Sagasta se enfrentó a una gran cantidad de desafíos, incluyendo la crisis de la deuda, la oposición de los sectores conservadores y la amenaza de una guerra civil.
Durante su presidencia, Sagasta intentó mantener el orden y la estabilidad en España. Pero la Primera República fue finalmente derrocada por un golpe de Estado liderado por el general Martínez Campos, quien instauró la monarquía borbónica en España. A pesar de que la Primera República duró solo unos pocos años, fue una etapa importante en el desarrollo de España como nación. Sagasta fue el primer presidente de la Primera República, y fue el responsable de muchos de los cambios políticos y sociales que tuvieron lugar durante este periodo.
En 1931, España estaba gobernada por el Partido Republicano. Esta fue la primera vez que una forma de gobierno democrático fue establecida en el país. El primer presidente fue Niceto Alcalá Zamora, quien fue elegido el 14 de abril de 1931. El gobierno de Alcalá Zamora fue el primer gobierno republicano español y fue el primer gobierno democrático en la historia de España desde el fin de la dictadura de Primo de Rivera en 1930. El gobierno de Alcalá Zamora estuvo marcado por la inestabilidad política que caracterizó a la Segunda República. El presidente Alcalá Zamora se vio obligado a dimitir el 9 de septiembre de 1931, después de que el Partido Radical ganara las elecciones. Esto llevó a la formación de un nuevo gobierno liderado por el Partido Radical. El nuevo gobierno fue presidido por el ex ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Maura.
Durante el gobierno de Maura, el Partido Radical trató de llevar a cabo reformas sociales y económicas, pero el gobierno no fue capaz de mantener el apoyo del resto de partidos debido a la inestabilidad política. Esto llevó a la dimisión de Maura el 15 de enero de 1933. El nuevo gobierno fue presidido por el ex ministro de Hacienda, Alejandro Lerroux. Este gobierno, conocido como el Gobierno de la Derecha Radical, fue marcado por la corrupción y la inestabilidad política.
El gobierno de la Derecha Radical duró hasta el 6 de octubre de 1934, cuando fue derrocado por un golpe de Estado militar. El golpe de Estado fue dirigido por el general Francisco Franco, quien estableció una dictadura militar y estuvo al mando hasta su muerte en 1975. Durante el régimen de Franco, España fue un país autoritario y estuvo gobernado por un régimen totalitario. Durante el régimen de Franco, España no tuvo un gobierno democrático hasta 1977, cuando el nuevo gobierno de la Monarquía Constitucional fue establecido.
La República española fue una etapa de la historia de España que duró desde el 14 de abril de 1931 hasta el 1 de abril de 1939. Durante este periodo, se estableció un régimen republicano que se gobernó por medio de una serie de presidentes. El primer presidente fue Manuel Azaña, quien fue elegido por el Congreso de los Diputados el 14 de abril de 1931, justo después de la proclamación de la República. Durante su periodo de gobierno, Azaña formó un gobierno de coalición que incluía a diversos partidos.
En 1933, el presidente Azaña fue reemplazado por un nuevo presidente, Niceto Alcalá-Zamora y Torres. Él fue elegido por el Congreso de los Diputados el 3 de septiembre de 1933. Alcalá-Zamora fue un republicano moderado que se oponía al socialismo y a los anarquistas. Durante su mandato, se aprobó la Constitución Española de 1931, la cual estableció los principios básicos del régimen republicano. Alcalá-Zamora también trabajó para aumentar los salarios de los trabajadores y reducir el desempleo.
En 1936, el presidente Alcalá-Zamora fue reemplazado por Manuel Portela Valladares. Portela Valladares fue elegido por el Congreso de los Diputados el 14 de abril de 1936. Durante su periodo de gobierno, el país se vio afectado por la Guerra Civil, lo que llevó a una profunda división entre los partidos republicanos. Portela Valladares trabajó para poner fin a la Guerra Civil, pero sus esfuerzos se vieron frustrados por la intransigencia de los partidos enfrentados. Finalmente, el gobierno republicano fue derrocado por los militares en 1939, lo que llevó al fin de la República española.