Durante el periodo comprendido entre 1931 y 1936 el jefe de Estado de España fue el general Miguel Primo de Rivera. Nacido en 1870 en Elche, Primo de Rivera fue un militar destacado durante la Guerra de Marruecos, consiguiendo el grado de teniente coronel. El alzamiento militar del 13 de septiembre de 1923, conocido como el golpe de estado de Primo de Rivera, permitió que se convirtiera en el líder de España.
El régimen de Primo de Rivera se conoce como dictadura autoritaria, ya que se caracterizó por la suspensión de las libertades y la limitación de los derechos civiles, además de la creación de sistemas clientelares. Durante su mandato se llevaron a cabo numerosas reformas, entre las que destacan la reforma agraria, la reorganización de la administración pública y la modernización de la economía española.
El fin de la dictadura de Primo de Rivera se produjo el 28 de enero de 1930, cuando el rey Alfonso XIII anuló el gobierno de Primo de Rivera y nombró una nueva Junta de Estado para dirigir el país. Esto puso fin a la dictadura y abrió el camino para la Segunda República Española.
Durante la República Española entre 1931 y 1936, el presidente de la República fue Manuel Azaña. Azaña fue el primer presidente de la segunda República Española y fue elegido en abril de 1931. Nacido en Alcocer de Planes (Teruel) en 1880, fue un destacado intelectual y periodista político. Además, fue un político de izquierdas, miembro del Partido Republicano Radical.
Durante su mandato, Azaña llevó a cabo una serie de reformas que buscaban modernizar el país. Estas reformas incluían una nueva Constitución, la abolición de la monarquía, la separación de la Iglesia y el Estado, la abolición de la pena de muerte y la implantación de un sistema educativo laico. Estas reformas tuvieron un gran impacto en España, transformando el país para siempre.
Además, durante el mandato de Azaña el país experimentó una cierta estabilidad política y económica. Los primeros años de la República fueron un período de relativa paz y prosperidad, aunque esto cambiaría pronto. En 1933, el país se vio sacudido por la guerra civil, que duraría hasta 1936. Azaña fue destituido de su cargo ese mismo año, cuando los sublevados tomaron el control del país.
En resumen, Manuel Azaña fue el presidente de la República Española entre 1931 y 1936. Durante su mandato, llevó a cabo una serie de reformas que tuvieron un gran impacto en el país. Además, durante este período, el país experimentó una relativa estabilidad política y económica. Sin embargo, su mandato fue interrumpido por la guerra civil de 1933, que acabó con la República y con el mandato de Manuel Azaña.
En el año 1936, el mundo vivía una época de alta inestabilidad política, económica y social. La Segunda Guerra Mundial aún no había iniciado, pero los países estaban enfrentándose entre sí de diversas maneras. En este contexto, diferentes naciones tenían gobernantes que controlaban sus territorios.
En España, Francisco Franco estaba al mando del país, habiendo liderado una guerra civil de 1936 a 1939. Esta fue una guerra entre el gobierno legalmente constituido y los rebeldes nacionalistas, liderados por Franco. Durante este periodo, Franco fue el jefe de Estado y el líder del gobierno militar.
En Alemania, Adolf Hitler fue el líder del Partido Nacionista Socialista Alemán desde el año 1933. Durante el año 1936, Hitler fue el canciller del Reich y el jefe supremo del Estado alemán. Durante este periodo, Hitler implementó muchas de sus políticas nazis, lo que llevó a una cada vez mayor inestabilidad en Europa.
En el Reino Unido, Edward VIII fue el monarca del país desde enero de 1936 hasta diciembre de ese mismo año. Durante este periodo, el gobierno británico se mantuvo estable, a pesar de los retos que enfrentaba. Sin embargo, Edward VIII abdicó en diciembre de 1936, lo que llevó al ascenso de su hermano, el actual rey, Jorge VI.
En los Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt fue el presidente entre 1933 y 1945. Durante el año 1936, Roosevelt fue reelegido para un segundo mandato. Seguía luchando contra la Gran Depresión con la implementación de su política llamada "New Deal", lo que le ganó muchos apoyos entre la población estadounidense.