El Duque de Lerma fue una de las figuras más importantes de la España del Siglo de Oro. Se trataba de Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, un noble español nacido en 1553. Su carrera comenzó a desarrollarse en 1585, cuando fue nombrado valido de la Reina Isabel de Valois, esposa de Felipe II.
Al asumir el cargo, el Duque de Lerma se convirtió en el principal consejero del rey. Él fue el responsable de la implementación de la política de "la justicia de Dios" en el reino, que consistía en la reducción de los impuestos y la eliminación de las corrupción y el abuso de poder.
Durante su mandato, el Duque de Lerma desarrolló una política de centralización, que le permitió controlar la administración y los asuntos militares. Esto fue clave para el mantenimiento del orden y la estabilidad durante la mayor parte del reinado de Felipe II.
Sin embargo, el Duque de Lerma fue también responsable de algunas de las peores decisiones de Felipe II. Esto incluye la expulsión de los judíos en 1609, una decisión que tuvo profundas consecuencias para el reino.
En 1618, el Duque de Lerma fue destituido por Felipe III. A partir de entonces, comenzó una época de decadencia para la administración del reino. El Duque de Lerma murió en 1625, dejando una impresión dividida de su reinado. Su importancia para la historia de España es incuestionable, ya que durante su mandato se logró una estabilidad relativa que duró hasta el fin del reinado de Felipe II.