Carlos de Anjou fue un personaje histórico destacado de la Edad Media. Se trataba de un miembro de la Casa de Anjou, una familia real originaria de Italia. Carlos fue un destacado militar, señor feudal y estadista que vivió en el siglo XIII. También fue el primer Rey de Napoles.
Nació en 1226 en Atenas, Grecia, y se educó en Italia. Su padre fue Carlos I de Anjou, un conde de Provenza, y su madre fue Beatrice de Barcelona, hija del Rey Jaime I de Aragón. A la edad de 13 años, Carlos fue nombrado como el conde de Provenza por su padre.
En 1265, fue nombrado como Rey de Sicilia por el Papa Clemente IV. Durante su reinado en Sicilia, Carlos luchó contra los restos de los ejércitos del emperador Bizantino. En 1266, su victoria sobre los bizantinos le dio el título de Rey de Napoles.
Durante su reinado, Carlos luchó contra el Imperio Bizantino y los poderes locales. Además, se enfrentó a la Liga Lombarda, una alianza de ciudades italianas lideradas por Milán. Su gobierno mostró un gran respeto por las leyes y la justicia.
Durante su reinado, Carlos de Anjou desarrolló una política de alianzas con otras potencias europeas. Se casó con Beatriz de Provenza, la hija del Rey Jaime I de Aragón, y dio su apoyo a los grupos florentinos durante la lucha contra los güelfos. También luchó contra los cruzados y los Estados Papales.
Carlos de Anjou murió en 1285. Su reinado marcó un punto de inflexión en la región, ya que contribuyó a la unificación de la península italiana bajo el gobierno de un rey único. Esto condujo a una nueva era de estabilidad y prosperidad en la región.