Alfonso II el Casto, también conocido como el Magnánimo, fue un monarca castellano-leonés que gobernó entre los años 1177 y 1214. Nació en Zamora el 23 de mayo de 1155, siendo hijo de Fernando II de León y Urraca de Portugal. Alfonso II fue el primer rey de la dinastía de los Trastámara, que gobernaron Castilla de forma ininterrumpida hasta el siglo XVI.
Durante su largo reinado, Alfonso II desarrolló una gran actividad, tanto a nivel político, como militar y religioso. Su gran aportación fue la creación de una verdadera monarquía en el reino de Castilla, que permitió la unificación de los territorios de Galicia, León y Castilla. Consiguió además, que los reinos cristianos se fortalecieran, logrando importantes victorias sobre los musulmanes.
Alfonso II también se destacó por su cultura y su inteligencia. Se le considera el fundador del primer estado moderno de España. A lo largo de su reinado, Alfonso II luchó por mantener la unidad de los reinos cristianos frente a los musulmanes, lo que le valió el apodo de "el Casto".
Alfonso II falleció el 25 de septiembre de 1214, siendo enterrado en el Real Monasterio de las Huelgas de Burgos. Hoy en día, hay muchas estatuas y monumentos dedicados a Alfonso II en toda España, en reconocimiento a su gran contribución a la historia de España.
El Camino de Santiago es una de las rutas de peregrinación más antiguas y famosas del mundo. Esta ruta milenaria conectaba los principales centros religiosos a lo largo de Europa y conducía a los peregrinos hasta la tumba de Santiago el Mayor, el apóstol de Jesucristo, en la ciudad de Santiago de Compostela, en el noroeste de España.
Alfonso II, Rey de Asturias, fue el primer monarca que decidió hacer del Camino de Santiago una ruta oficial, en el año 813. Con el fin de asegurar la seguridad de los peregrinos y de construir una infraestructura, el rey fundó monasterios y ermitas, además de establecer hospitales en los principales puntos de parada del Camino.
Estos monasterios, que también funcionaban como albergues para los peregrinos, se convirtieron en una importante fuente de recursos y ayuda para los pobres y los enfermos, como lo atestigua el Códice Calixtino, un documento escrito entre el 1122 y el 1173.
Además, el Rey Alfonso II también estableció una red de caminos que guiaban a los peregrinos desde sus lugares de origen hasta la tumba de Santiago. Esta red de caminos conectaba los principales centros religiosos de Europa, como la ciudad de León, en España, y la ciudad italiana de Roma.
Alfonso II fue el primer rey en hacer del Camino de Santiago una ruta oficial para los peregrinos de toda Europa. Esto le valió el título de "Protector del Camino de Santiago" y lo convirtió en uno de los más grandes reyes de la historia de España.
Alfonso IV el Grande fue el rey de Castilla y León entre 1284 hasta su muerte en 1312. Era hijo de Alfonso X el Sabio y de la reina Violante de Aragón. Se le conoce como “el Grande” por la magnitud de sus logros, siendo uno de los mejores monarcas de la Casa de Trastámara.
Durante su reinado, Alfonso IV mantuvo una política de ampliación de los dominios y de mejora de la economía de Castilla y León. Esto le permitió a las ciudades de la Coruña, Valladolid y Segovia desarrollar comercios y formar una moneda propia. Además, cedió los castillos de Segovia y Cuenca al papa Inocencio III para asegurar la protección de la Santa Sede.
Durante su reinado, Alfonso IV consiguió unir bajo un mismo gobierno a los reinos de Castilla y León, aunque no logró unificar los dos reinos en uno solo. Una de sus principales reformas fue el intento de controlar el poder de los nobles, algo que no logró con éxito. También fue el primer rey de Castilla y León en establecer una milicia.
Alfonso IV fue el responsable de la creación de la Orden de Santiago, una famosa organización militar cristiana dedicada a luchar contra los musulmanes. Esta orden fue fundada en 1175 y se le conoce como la "Orden de los Caballeros de Santiago".
Alfonso IV fue uno de los más destacados monarcas de la Casa de Trastámara, familia a la que pertenecieron los reyes de Castilla y León durante el siglo XIII. Su influencia se siente en la cultura, la historia y el arte de España hasta el día de hoy.
Alfonso II fue el Rey de Asturias entre 791 y 842. Su reinado fue una época de mucha lucha entre el cristianismo y el islam. Durante su reinado, llevó a cabo numerosas batallas y contribuyó a la fundación de varias ciudades. Después de su muerte en 842, se guardó su cuerpo en el Monasterio de San Salvador de Corias hasta el año 848. Desde entonces, sus restos se han perdido.
Se creía que los restos de Alfonso II fueron enterrados en el Monasterio de San Salvador de Corias. Sin embargo, en el año 1150, el monasterio fue destruido por los musulmanes. Durante la destrucción, los restos de Alfonso II desaparecieron.
Los investigadores han tratado de encontrar los restos de Alfonso II durante mucho tiempo. Se han realizado varias excavaciones en el Monasterio de San Salvador de Corias, pero no se ha encontrado ningún resto. Se piensa que los restos pueden haber sido enterrados en algún lugar cercano al monasterio, pero esto sigue siendo un misterio.
En la actualidad, se desconoce el paradero de los restos de Alfonso II. Muchos investigadores siguen trabajando para encontrarlos y desvelar el misterio de su paradero. Sin embargo, por el momento, todavía se desconoce el paradero de los restos de Alfonso II.
Alfonso II de Aragón, también conocido como el Casto, fue rey de Aragón entre los años 1162 y 1196. Fue el primer monarca de la dinastía de los reyes catalano-aragoneses. Durante su reinado, expandió y fortaleció los reinos de Aragón, Valencia y Mallorca. Por su matrimonio con Sancha de Castilla, tuvo ocho hijos. Estos eran: Sancho, el mayor, (futuro rey de Aragón), Pedro, Alfonso, Fernando, Jaime, Sancha, Dulce y Berenguela.
Los hijos de Alfonso II heredaron sus reinos, y a través de sus matrimonios se extendió el poder de la dinastía. Por ejemplo, Sancho se casó con Blanca de Navarra, Pedro se casó con María de Montpellier, Alfonso se casó con Violante de Hungría, Jaime se casó con Urraca de Castilla, Sancha se casó con Berenguer de Anjou, Dulce se casó con Ramón Berenguer III de Barcelona y Berenguela se casó con Alfonso IX de León.
Los hijos de Alfonso II fueron los principales artífices de la expansión de los reinos de Aragón, Valencia y Mallorca. El legado de Alfonso II fue muy grande y se sigue sintiendo en la actualidad. Está considerado como uno de los reyes más importantes de la historia de España, y sus ocho hijos contribuyeron enormemente a su éxito.