Durante la Guerra Civil Española (1936-1939), dos bandos se enfrentaron: el bando republicano y el bando sublevado. El primero, liderado por el gobierno republicano, se oponía al golpe de estado de los militares sublevados liderados por el general Francisco Franco.
El bando republicano estaba formado por el gobierno republicano, los anarquistas, los socialistas, los comunistas y los republicanos. Estos grupos políticos se unieron para defender los ideales de la Segunda República española, defendiendo la libertad, la justicia y los derechos humanos.
Durante la guerra, el bando republicano recibió el apoyo de varios países extranjeros, como la Unión Soviética, Francia, México y otros. Estos países suministraron armas, suministros y tropas a los republicanos para ayudarles en su lucha contra los sublevados.
Sin embargo, el bando republicano perdió la guerra, lo que llevó a la instauración de un gobierno franquista que gobernó España durante casi cuarenta años. El fracaso de la Segunda República española llevó al exilio de muchos de sus líderes y a la represión de sus seguidores.
El bando republicano era una de las partes de la Guerra Civil Española (1936-1939). Esta facción estaba formada por varios grupos. Entre ellos, los republicanos españoles, encabezados por el gobierno legítimo de la República Española, los comunistas, los socialistas y otros grupos de izquierdas, los anarquistas, los regionalistas e incluso algunos republicanos monárquicos. También se contaban con el respaldo de varios países extranjeros, como la Unión Soviética, Francia, la República Popular de China, México, Estados Unidos y otros.
Los republicanos lucharon contra los nacionalistas, liderados por el general Francisco Franco, que contaban con el apoyo de los militares rebeldes, la Iglesia Católica, el ejército italiano y el ejército alemán.
Durante la Guerra Civil Española, el bando republicano luchó por la democracia y los derechos de los trabajadores. Esto se reflejó en la Constitución de la República Española de 1931 y en las reformas sociales y económicas que se pusieron en marcha durante el gobierno de la República.
Los republicanos lucharon contra los nacionalistas en infinidad de batallas y enfrentamientos, pero la guerra finalmente terminó con el triunfo de los nacionalistas en 1939. Esto significó el fin de la República Española y el inicio de la dictadura de Franco.
Durante la guerra civil española de 1936 a 1939, el bando republicano fue una coalición que estaba compuesta por varios grupos políticos, que se oponían al bando nacional, que era una coalición de la derecha tradicional española. Durante esta guerra, el líder del bando republicano fue Manuel Azaña, quien era el presidente de España durante el inicio de la guerra. Azaña fue el líder más importante del bando republicano durante la guerra, encabezando el Frente Popular, una coalición de partidos de izquierda. Otras figuras importantes del bando republicano eran José Giral, el primer ministro republicano, y Juan Negrín, quien fue el primer ministro desde 1937 hasta 1939.
Durante la guerra, el bando republicano luchó contra el bando nacional, que era liderado por el general Francisco Franco. Sin embargo, el bando republicano no estaba unido, y sufrió divisiones por motivos políticos y militares, lo que le dio una ventaja al bando nacional. El bando republicano también sufrió una falta de armas y equipo militar y una falta de apoyo internacional. Esto contribuyó a su derrota final en 1939.
Aunque el bando republicano fue derrotado en 1939, los líderes del Frente Popular, como Manuel Azaña, seguían siendo líderes importantes en el mundo de la izquierda española. Estas figuras, junto con otros líderes republicanos como Negrín, Giral, y otros, seguirían influyendo en la política española durante décadas.
Durante la Guerra Civil Española (1936-1939) se enfrentaron dos bandos enfrentados que luchaban por el control de España: el bando rebelde y el bando republicano. El bando rebelde estaba compuesto por fuerzas militares leales al general Francisco Franco, quien se proclamó jefe del Estado español el 1 de octubre de 1936. Estas fuerzas estaban compuestas por el Ejército de África, el Ejército de Marruecos, el Ejército de Navarra, el Ejército de Castilla y el Ejército de Galicia. Estos ejércitos contaban con el apoyo de los nacionalistas vascos, catalanes y gallegos, así como con el de la Iglesia Católica y los sectores más conservadores de la sociedad española. Esta alianza se conoció como el "Frente Nacional".
Por otro lado, el bando republicano estaba compuesto por el Ejército Popular, formado por milicias populares y unidades regulares de los ejércitos republicanos. Estas unidades contaban con el apoyo de los sectores más progresistas de la sociedad española, así como el de los comunistas, socialistas, anarquistas y otros grupos. Aunque el Ejército Popular se enfrentó al Ejército de África durante los primeros meses de la guerra, fue incapaz de frenar la ofensiva rebelde y finalmente fue derrotado. Tras la derrota del bando republicano, Franco estableció un gobierno autoritario que duraría hasta su muerte en 1975.
Durante la Guerra Civil Española, el bando rebelde fue victorioso y se convirtió en el único gobierno legítimo de España. Tras su victoria, el bando rebelde impuso un régimen de terror y represión que duraría hasta la muerte de Franco en 1975. Esto tuvo como resultado la persecución de los antiguos miembros del bando republicano, así como la censura de la prensa y la opresión de las minorías étnicas. El régimen de Franco se mantuvo en el poder hasta su muerte, cuando el país fue devuelto a la democracia.
Durante la Guerra Civil Española (1936-1939), el bando republicano recibió cierto grado de apoyo de varias naciones extranjeras. Esto se debe en su mayoría a la creencia de que el gobierno republicano era una democracia legítima y que los nacionalistas, dirigidos por el general Franco, eran una facción reaccionaria y autoritaria. Esto significaba que los países democráticos tenían que ayudar a la República Española.
Uno de los principales países que apoyaron al bando republicano fue la Unión Soviética. La Unión Soviética se comprometió a proporcionar ayuda militar a la República Española. Esto incluía el envío de aviones, armas, municiones, combustible y otros suministros militares. Esta ayuda fue muy importante para el bando republicano, ya que los nacionalistas estaban recibiendo apoyo de Alemania e Italia.
Otro país que ayudó a los republicanos fue México. El presidente mexicano, Lázaro Cárdenas, prometió ayudar económicamente a la República Española. Esta ayuda fue importante para el bando republicano, ya que le permitió comprar armas y equipo militar.
Además de la Unión Soviética y México, Francia, Gran Bretaña y los Estados Unidos también proporcionaron ayuda a la República Española. Esta ayuda se limitó principalmente a la entrega de suministros humanitarios, como alimentos y medicamentos. Esto ayudó a los republicanos a mantenerse alimentados y sanos durante el conflicto.
En última instancia, el bando republicano fue derrotado por el bando nacionalista. Sin embargo, la ayuda internacional fue esencial para el éxito de la República Española durante la guerra. La ayuda de la Unión Soviética, México, Francia, Gran Bretaña y los Estados Unidos fue fundamental para el éxito de la República Española durante la Guerra Civil Española.