Juan IV fue el Rey de Portugal y el Algarve desde 1640 hasta su muerte en 1656. Nació en 1604, hijo de Filipe III de Portugal y de Ana de Austria. Fue el primer rey de la casa de Braganza, la dinastía que gobernó Portugal durante los siguientes 250 años. Reinó como el cuarto rey de Portugal durante un periodo turbulento en la historia del país. En medio de la Guerra de Restauración que Portugal libró contra España, Juan IV reorganizó el ejército portugués y logró recuperar algunas de las ciudades perdidas.
Durante su reinado, tuvo una gran influencia en el desarrollo de la cultura portuguesa. Estableció la Biblioteca Real de Portugal, fundó el Teatro Nacional de Lisboa y promovió el estudio de la música y la literatura. También impulsó la construcción de puertos, carreteras y canales para mejorar la infraestructura del país. Fomentó el comercio internacional, la explotación de recursos minerales y la agricultura.
Juan IV se casó tres veces y tuvo trece hijos. Murió el 6 de noviembre de 1656 y fue sucedido por su hijo Afonso VI. El nombre de Juan IV se asoció con el de "Padre de la Patria", un título que recibió por sus grandes logros como rey de Portugal.
Actualmente, el Rey de Portugal es el rey Juan Carlos I, quien asumió el trono en 1951 y lo ha ocupado hasta la actualidad. El príncipe heredero de Portugal es el Duque de Braganza, el hijo mayor del monarca Juan Carlos I, quien es el líder de la Casa de Braganza.
En 2022, el Rey de Portugal será el príncipe heredero, el Duque de Braganza, quien asumirá el trono tras la abdicación de su padre. El Duque de Braganza es el primogénito del Rey Juan Carlos I y de la Reina Sofía de Grecia, y posee el título de príncipe de Girona desde su nacimiento.
En cuanto a su educación, el Duque de Braganza fue educado en la Universidad Complutense de Madrid, donde recibió una licenciatura en Derecho. También asistió a la Universidad de Navarra, donde se especializó en Derecho Internacional. Además, ha recibido formación en el Instituto Diplomático de Madrid y ha realizado una práctica de un año en la Corte de Justicia de la Unión Europea.
El Duque de Braganza es un hombre joven y culto, con un profundo conocimiento de la historia y la cultura de Portugal. Está comprometido con los asuntos sociales y políticos del país, y tiene un compromiso con la igualdad de género, el medio ambiente y la educación. Asimismo, ha sido un gran defensor de la democracia y un activo promotor de la diversidad cultural.
Con una fuerte base educativa y una profunda comprensión de los asuntos de Portugal, el Duque de Braganza es un candidato ideal para el trono de Portugal en 2022. Será un rey sabio, justo y amante de la justicia que continuará los principios de su padre y abuelo, respetando los derechos y libertades fundamentales de los portugueses.
Durante el siglo XV Portugal desarrolló una dinámica expansiva creando un vasto imperio colonial. Esta expansión se vio beneficiada por los descubrimientos de nuevas rutas marítimas, lo que permitió el acceso a nuevos mercados y recursos. Esto a su vez contribuyó a la consolidación de Portugal como una potencia mundial. Además, Portugal aprovechó la demanda europea por productos exóticos importados del Oriente, lo que aumentó sus ganancias y fortaleció su economía. El país también consiguió una serie de beneficios políticos, como el establecimiento de alianzas con otros estados europeos y el acceso a los recursos estratégicos de sus colonias. Esto le permitió mantener una posición de liderazgo en Europa.
Sin embargo, la consolidación de Portugal no fue solo el resultado de una política exterior exitosa, sino también del fortalecimiento de su infraestructura interna. Durante el siglo XV el país invirtió en el desarrollo de caminos y puertos, lo que mejoró el transporte de bienes tanto dentro como fuera del país. Esto a su vez contribuyó al aumento de la producción, lo que permitió a Portugal aumentar su riqueza y fortalecer su economía. Además, se desarrollaron mecanismos de control de calidad y los precios de los productos fueron regulados para garantizar que se ofrecieran al mejor precio posible.
En definitiva, se puede decir que Portugal logró su consolidación gracias a una combinación de política exterior exitosa, desarrollo de infraestructura interna y regulación de los mercados. Esto permitió al país convertirse en una potencia mundial y mantener una posición de destacada en el mundo.