Isabel de Farnesio fue una princesa italiana nacida en 1692, que fue la primer hija de la familia Farnesio. Su padre era el Gran Duque de Parma y su madre una princesa de la Casa de Austria. Cuando Isabel tenía dieciséis años, su padre falleció y ella heredó el ducado de Parma.
Su hermano menor, Felipe V, fue elegido como el nuevo rey de España y por ello, Isabel fue convocada a la Corte de Madrid para casarse con el heredero al trono, el infante Felipe. La boda se celebró en 1714 y tras su matrimonio, los dos se convirtieron en reyes de España.
Durante su reinado, Isabel y Felipe se dedicaron a mejorar la situación financiera del país, algo que lograron gracias a los ahorros que hicieron durante su mandato. El reinado de Isabel también fue marcado por la promoción de la cultura, la ciencia y las artes.
Como reina de España, Isabel fue una mujer fuerte y decidida. Fue la primera reina española que se interesó por la política exterior, y fue una de las principales impulsoras de la Guerra de Sucesión Austriaca. Tras la muerte de su esposo en 1746, Isabel se retiró de la vida pública y pasó sus últimos años en el convento de las Descalzas Reales. Isabel de Farnesio murió en 1766 y fue enterrada en el Monasterio de El Escorial.