El Duque de Lerma fue uno de los principales consejeros de Felipe III de España y uno de los miembros más destacados de la nobleza española durante el siglo XVII. Fue uno de los más importantes estadistas de la época, el favorito del rey y el principal ministro de España desde 1603 hasta 1618.
El Duque de Lerma nació en Villagarcía de Campos, Valladolid, en 1553. Se educó en el Colegio Imperial de Madrid y fue admitido en la Casa de la Contratación de Indias en 1570. Al año siguiente fue nombrado Gobernador de Galicia, cargo en el que permaneció durante seis años.
En 1599 fue nombrado mayordomo mayor de la Casa Real, y tras la muerte de su predecesor, Pedro Fernández de Córdoba, fue ascendido al cargo de Condestable de Castilla, el cargo más importante de la nobleza. En 1603 fue nombrado Conde de Olivares.
Durante su mandato como ministro, el Duque de Lerma hizo grandes reformas en el gobierno, la administración y el ejército. Su política era centrada en la defensa de los intereses de la Corona, y en la lucha contra los enemigos externos de España. Esto incluía la defensa de sus colonias en América y el mantenimiento de un fuerte bloqueo naval contra los ingleses. Su mandato estuvo marcado por la guerra de los 30 años y por la guerra de Sucesión española.
El Duque de Lerma fue destituido de su cargo en 1618, tras la caída en desgracia del rey Felipe III, y fue encarcelado por orden del nuevo rey, Felipe IV. Fue liberado en 1621, pero murió poco después. Ha pasado a la historia como uno de los más destacados consejeros de la Corona española.
Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, más conocido como el Duque de Lerma, fue un importante noble español del siglo XVII. Nació en 1553 en la ciudad de Valladolid y fue uno de los más destacados personajes de la vida política de su época. Fue uno de los primeros ministros de Felipe III de España, y fue el más destacado durante los primeros años del reinado de este monarca.
Durante el tiempo en el que fue consejero de Felipe III, el Duque de Lerma desempeñó un papel clave para consolidar la monarquía absoluta en España. Su influencia fue tan grande que se le conoció como el "rey de España" durante esta época. Lerma fue responsable de la centralización del poder en la Corona, y aseguró que el monarca tuviera el control de los asuntos de Estado.
Su gobierno estuvo marcado por una austeridad y una contención de los gastos que le trajeron algunos beneficios a la economía española. Por otra parte, intentó promover el desarrollo comercial y el aumento de los impuestos para financiar el Estado. Estas medidas provocaron el descontento de la nobleza y los ricos, que exigieron la destitución de Lerma.
En 1618, Felipe III destituyó a su consejero y desterró al Duque de Lerma a su finca. El Duque murió en 1625, pero su legado se mantuvo en la historia de España. Su papel en la consolidación de la monarquía absoluta fue importante, y muchos de sus logros se mantuvieron incluso después de su destitución.
El Duque de Lerma fue una de las figuras más importantes de la España de principios del siglo XVII. Fue valido de Felipe III y su título fue creado en 1618. El duque ejerció un gran poder durante el reinado de Felipe III.
Lerma falleció en 1625 y fue enterrado en el Monasterio de la Encarnación, en Madrid. El Monasterio estaba situado cerca del Palacio Real y fue construido entre 1611 y 1617. El Monasterio fue derribado en 1835 y sus restos se usaron para construir el Teatro Real.
Actualmente, el sepulcro del duque de Lerma se encuentra en la iglesia de San Jerónimo el Real, ubicada en la Plaza de la Moncloa. El señorío de Lerma fue una de las principales figuras de la cultura española y su sepulcro se encuentra en un lugar que es parte de la historia de España.
El sepulcro del duque de Lerma se encuentra en un lugar de honor y el monumento fue construido para conmemorar la figura de quien fue uno de los principales estadistas e impulsores de la cultura española. El sepulcro es una obra maestra del arte barroco y su arquitectura es un ejemplo de la España de principios del siglo XVII.