Amadeo de Saboya nació el 30 de noviembre de 1845, en el castillo de Moncalieri, Torino, Italia. Fue el primer rey de la segunda dinastía de la Casa de Saboya que reinó en España desde 1871 hasta 1873. Era el segundo hijo del rey Víctor Manuel II de Italia y de su esposa la princesa Adelaida de Austria.
Amadeo fue educado en el Palacio de Venaria, en el cual recibió una formación de calidad. En 1868, se casó con la princesa Maria Vittoria dal Pozzo, hija del príncipe Carlo dal Pozzo de la Cisterna, duque de Aosta. Esta boda tuvo lugar en el castillo de Racconigi.
En 1871, el rey Amadeo fue elegido como Rey de España, gracias a los esfuerzos de su padre para poner fin a la guerra civil y a la república. La llegada de Amadeo fue recibida con grandes esperanzas, pero su reinado fue una experiencia desastrosa. La extrema división política que existía en el país hizo que su reinado fuera corto y turbulento.
Amadeo abdicó en 1873 y regresó a Italia con su familia. Después de esto, continuó como una figura importante en la vida militar italiana, sirviendo como comandante en jefe del ejército italiano hasta su muerte en 1890. En su memoria, el gobierno español otorgó la Gran Cruz de Carlos III a su hijo, el príncipe Víctor Manuel, que fue el segundo rey de la Casa de Saboya.
Amadeo de Saboya (1845-1890) fue rey de España entre 1870 y 1873. Era el cuarto hijo de Víctor Manuel II de Saboya, rey de Italia, y de María Adelaide de Austria, y fue elegido rey de España tras la abdicación de Isabel II. Su reinado fue breve y marcado por una fuerte oposición a él y a su política liberal. En 1873, ante los enfrentamientos políticos, Amadeo de Saboya abdicó y se exilió en Italia, donde vivió el resto de su vida. Amadeo de Saboya murió en su exilio en Roma el 18 de enero de 1890, a los 44 años, y fue enterrado en el Panteón de los Reyes de Italia en la Basílica de San Pedro.
Durante su exilio, Amadeo de Saboya nunca dejó de seguir la vida política española. La causa oficial de su muerte fue una neumonía, aunque hay quienes sostienen que realmente murió por una enfermedad cardiaca, una teoría respaldada por el hecho de que el rey había sufrido de problemas cardíacos antes de su muerte.
A pesar de que su reinado fue breve, Amadeo de Saboya obtuvo un gran respeto por parte de la gente por su comportamiento como rey. Su abdicación y exilio fueron vistos como un gesto heroico, y su muerte fue sentida como una pérdida tanto en España como en Italia.
Amadeo de Saboya fue recordado como una figura trágica en la historia española, y aún hoy se le recuerda como un monarca que se sacrificó por el bien de su país.
Amadeo de Saboya fue el último rey de la Casa de Saboya que se sentó en el trono de Italia, desde el año 1871 al 1878. Su renuncia fue motivada principalmente por la inestabilidad que existía en el país, así como por la presión que ejercían los líderes políticos italianos. La anarquía y el descontento social que se estaban dando en aquel entonces, eran la causa principal de que Amadeo de Saboya decidiera abandonar el trono.
Las causas que motivaron la partida del rey Amadeo, fueron principalmente la oposición que sufrió desde sus primeros días en el trono. Desde el momento en que fue aclamado como rey, no contó con el apoyo de la mayoría de la población, ya que los italianos no aceptaron a un rey que no era de origen italiano. Esto creó un ambiente de inestabilidad en el que casi nada salía bien.
Además, los políticos italianos ejercieron mucha presión sobre el rey, acusándolo de no estar a la altura de sus responsabilidades y de no cumplir con los deseos del pueblo italiano. Esta presión fue demasiado para Amadeo de Saboya, el cual, luego de siete años en el trono, decidió renunciar a su cargo.
Con esto, el régimen monárquico de la Casa de Saboya fue abolido, dando paso a la República Italiana, que se instauró años después. La partida de Amadeo de Saboya marcó el inicio de una nueva era para Italia y el fin de una era de inestabilidad.