En 1710, Filipe V era el rey de España. Fue el primer monarca de la dinastía Borbón, que reinó desde 1700 hasta 1746. Él llegó al trono tras el fin de la Guerra de Sucesión Española, en la que él se enfrentó a su rival, el Archiduque Carlos de Austria. Filipe V fue el primer rey de España en adoptar el absolutismo y se esforzó por modernizar el país, especialmente en lo relacionado con la economía y el comercio. Esto incluyó la creación del Banco de San Carlos, el primer banco en la historia de España. Esto también le ayudó a fomentar el desarrollo de la industria textil en Valencia y Aragón, así como el desarrollo de la industria pesquera en Galicia. Durante su reinado, también patrocinó la construcción de numerosas obras públicas, como la Puerta del Sol de Madrid y la Torre de Madrid.
Durante su reinado, Filipe V también mantuvo una relación estrecha con los principales líderes europeos, como el emperador Carlos VI de Austria y el rey Luis XIV de Francia. Esto le valió el respeto de los demás países europeos, lo que contribuyó a fortalecer el poder de España en el continente. Además, también firmó la Paz de Utrecht con Gran Bretaña y los Países Bajos, lo que puso fin a la Guerra de la Alianza Española. Esto le permitió a España conservar sus territorios en América y Asia. A pesar de estos logros, Filipe V también fue responsable de la persecución de los judíos en España, lo que contribuyó a la expulsión de los judíos españoles en 1714.
Filipe V fue uno de los reyes más influyentes de la historia de España. Su reinado marcó el comienzo de la dinastía Borbón y contribuyó a modernizar el país, especialmente en el ámbito económico. También estableció relaciones estrechas con los principales líderes europeos y firmó un tratado de paz con Gran Bretaña y los Países Bajos. Sin embargo, también fue responsable de la persecución de los judíos en España.