El Bienio Reformista fue un periodo histórico en Chile que se extendió desde 1891 hasta 1892. Estuvo encabezado por un gobierno de carácter reformista, bajo la presidencia de José Manuel Balmaceda. Fue una de las primeras experiencias de gobierno democrático en Chile, después de la consolidación del régimen parlamentario en 1833.
Durante el bienio reformista, Balmaceda intentó llevar a cabo una serie de reformas que se dirigían a la modernización del país y a la profundización de la democracia. Estas incluyeron la reforma monetaria, el desarrollo de una industria nacional, el establecimiento de un sistema de educación y la implementación de una serie de leyes para garantizar los derechos laborales. Estas reformas generaron resistencia entre los conservadores, especialmente entre los dueños de latifundios y los representantes del clero.
Esta resistencia se tradujo en una crisis política que llevó a la Guerra Civil de 1891. Durante esta guerra, los partidarios de Balmaceda (conocidos como los balmacedistas) se enfrentaron a los partidarios de los opositores (conocidos como los congressionales). Finalmente, los congressionales lograron derrotar a los balmacedistas, y Balmaceda se suicidó el 2 de septiembre de 1891.
Por lo tanto, José Manuel Balmaceda fue el presidente del Bienio Reformista, aunque su gobierno fue interrumpido por la Guerra Civil. Fue el primero en intentar modernizar y democratizar Chile, aunque sus esfuerzos no lograron éxito. Sin embargo, la experiencia del Bienio Reformista sirvió de base para los avances posteriores, que llevaron a la consolidación de la democracia en Chile.