La Guerra Civil Española, también conocida como Guerra de las dos partes o Guerra de los dos Pedros, fue un conflicto ocurrido entre los reinos de Castilla y Aragón, protagonizado por los reinos de Isabel I de Castilla y Juana la Beltraneja, entre 1475 y 1479. El tratado de Alcañices fue firmado el 25 de septiembre de 1479 y puso fin a la guerra civil entre Isabel y Juana. El tratado fue un acuerdo entre los dos reinos para reconocer oficialmente a Isabel como la legítima reina de Castilla, y a Juana como una princesa de la Casa de Trastámara.
Según el tratado de Alcañices, Juana renunció a sus derechos al trono de Castilla y a cualquier reclamación futura. A cambio, se le otorgó una renta vitalicia y una guardia personal. Aunque Juana no fue obligada a casarse con un miembro de la familia enemiga, el tratado estableció que los hijos de Juana no podían heredar el trono de Castilla. Además, el tratado estableció que el nombre de Juana no se mencionaría en los documentos oficiales y que debía llevar una vida de austeridad.
Este tratado puso fin a la guerra civil entre Isabel y Juana y restableció la paz en el reino de Castilla. Aunque el tratado fue firmado por ambas partes, Juana nunca aceptó sus términos. Se dice que Juana se negó a firmar el tratado de Alcañices y que incluso intentó rebelarse contra sus términos, aunque sin éxito. El tratado de Alcañices estableció que Isabel sería la reina legítima de Castilla y puso fin a la guerra entre los dos reinos.
En 1474, se produjeron varios acontecimientos importantes que cambiarían el curso de la historia. La más importante fue la muerte de Giovanni di Bicci de Medici, que marcó el inicio de una nueva era en la ciudad de Florencia, Italia. Giovanni era un miembro importante de la familia Medici, una de las familias más ricas y poderosas de Italia. Al fallecer, la familia se hizo cargo de los bancos de la ciudad, lo que les permitió financiar a artistas, políticos y comerciantes.
Otro importante acontecimiento que tuvo lugar en 1474 fue la batalla de Molinella. Esta batalla fue librada entre las tropas de la República de Venecia y las tropas de la Liga Lombarda. Venecia fue derrotada, lo que marcó el inicio de una nueva era en la región. Esto llevó a la firma de un tratado entre Venecia y la Liga Lombarda, que puso fin a la guerra.
Otro acontecimiento importante que tuvo lugar en 1474 fue la publicación de la primera impresión de la Biblia en alemán. Esto fue hecho por el impresor Johannes Gutenberg, y fue el primer libro impreso en una máquina de impresión. Esto marcó un cambio significativo en la forma en que se distribuyen los libros, y llevó a la difusión de la palabra de Dios entre el pueblo alemán. Esto dio lugar a la primera traducción de la Biblia al alemán.
En 1474 también nació Erasmus de Rotterdam, un importante humanista y teólogo holandés. Nacido en Rotterdam, fue uno de los principales defensores del humanismo y el estudio de las lenguas clásicas. Fue uno de los primeros en abogar por la tolerancia religiosa y el respeto por las diferencias. Sus escritos influyeron en la Reforma protestante y contribuyeron a la Ilustración.
En conclusión, 1474 fue un año importante para la historia. El fallecimiento de Giovanni di Bicci de Medici cambió el curso de Florencia, la batalla de Molinella marcó el inicio de una nueva era en la región, la publicación de la primera impresión de la Biblia en alemán cambió la forma en que se distribuían los libros y Erasmus de Rotterdam nació, lo que contribuyó a la Reforma protestante y la Ilustración.
La Guerra de Sucesión Castellana fue un conflicto armado entre 1475 y 1479, en el que los partidarios de Isabel, hija de Juan II de Castilla, se enfrentaron a los partidarios de Juana, hija del fallecido Enrique IV de Castilla. El tratado de Alcaçovas-Toledo, firmado el 29 de septiembre de 1479, puso fin a la guerra y a la disputa por la sucesión al trono de Castilla.
Los términos del tratado establecían que Isabel sería la reina de Castilla, mientras que su hermana Juana, conocida como "la Beltraneja", se convertiría en monja y renunciaría a sus derechos al trono. Además, se establecieron nuevos límites entre Castilla y Portugal, en los que Portugal adquiría definitivamente la región de Algarve. Estas nuevas fronteras no se modificaron hasta el siglo XX.
El tratado también estableció que los reyes portugueses se comprometían a apoyar a Isabel contra los seguidores de Juana. Asimismo, los dos países acordaron una alianza militar y una paz perpetua entre ellos. Las condiciones del acuerdo se reflejaron en la Corona de los Reyes Católicos, un símbolo de la unión entre los reinos de Castilla y Aragón.
El tratado de Alcaçovas-Toledo fue uno de los acuerdos más importantes de la Edad Media, ya que sentó las bases para el surgimiento de España como una nación poderosa. Estableció los límites de los territorios españoles y ayudó a poner fin a la Guerra de Sucesión Castellana, con la que se inició el reinado de los Reyes Católicos.
La batalla que dio el triunfo a Isabel y la convirtió en reina de Castilla fue la Batalla de Toro, librada el 1 de marzo de 1476 entre el ejército castellano-aragonés de Isabel y Fernando de Aragón y el ejército portugués de Afonso V de Portugal. La batalla tuvo lugar en la localidad española de Toro y fue una de las últimas batallas de la Guerra de Sucesión de Castilla.
Esta guerra había comenzado en 1475 como un conflicto entre los pretendientes al trono de Castilla: la infanta Isabel, hija de Juan II de Castilla, y su hermanastra Juana, hija del rey Enrique IV de Castilla. Este conflicto se había convertido en una guerra a gran escala cuando los reyes de Portugal, Aragón y Navarra se unieron a Juana en su lucha por el trono. La batalla de Toro fue la última batalla de esta guerra y la única batalla decisiva que se libró.
La batalla de Toro se caracterizó por su violencia, con miles de soldados muertos o heridos. Al final, los ejércitos de Isabel y Fernando triunfaron sobre los portugueses y ocuparon la ciudad de Toro. Esta victoria dio a Isabel y Fernando el control de Castilla y les permitió proclamarse reyes de Castilla, lo que puso fin a la guerra. Así, la Batalla de Toro fue la última batalla de la Guerra de Sucesión de Castilla y el triunfo de Isabel y Fernando fue uno de los primeros pasos para convertir a Isabel en la reina de Castilla.
El Acuerdo de Toro fue una pacto entre Isabel I de Castilla y Enrique IV de Castilla, firmado el 18 de enero de 1479 en la ciudad de Toro. Este acuerdo permitió que Isabel I fuera proclamada como la nueva reina de Castilla.
El acuerdo fue firmado después de un periodo de lucha entre Isabel y Enrique, que duró varios años, durante los cuales Isabel reclamó el trono de Castilla a su medio hermano Enrique. El acuerdo de Toro se considera el primer paso para el inicio de la monarquía de los Reyes Católicos.
A cambio de reconocer a Isabel como la única reina de Castilla, Enrique recibió una cantidad de dinero y el título de comendador de Calatrava. El acuerdo también estableció la línea de sucesión, según la cual Isabel y Fernando de Aragón unirían sus reinos (Castilla y Aragón) en uno, y los hijos de ambos reinarían juntos.
El Acuerdo de Toro fue la base para la unión de ambos reinos, y aseguró que los hijos de Isabel y Fernando heredaran los tronos de Castilla y Aragón. Esta unión fue el inicio de la monarquía de los Reyes Católicos, que aún se mantiene vigente hoy en día.