Carlos I, también conocido como el emperador Carlos V, fue uno de los monarcas españoles más importantes de la historia, quien heredó una extensa cantidad de territorios en Europa, México, y América del Sur. Esto incluyó los reinos de Castilla, Aragón, Navarra, Granada, Nápoles, Sicilia, Flandes, Alemania, y los territorios de los antiguos Aztecas, Incas y demás pueblos originarios.
Felipe II, hijo de Carlos I, heredó estos mismos territorios, con la excepción de Granada, que fue cedida a los musulmanes. También se expandió el imperio español con la conquista de los Países Bajos, el sur de Italia, y el norte de África.
Además de estos reinos, Carlos I y Felipe II recibieron territorios en América, como las colonias de México, Perú y Chile. Estos territorios, sin embargo, se vieron afectados por la colonización europea. Se llevaron a cabo varias expediciones, a fin de recaudar tributos, establecer nuevas leyes, y explotar los recursos naturales.
Carlos I y Felipe II tuvieron un gran impacto en la historia de la humanidad, debido a la inmensa cantidad de territorios que heredaron. Estos territorios fueron el resultado de la expansión española, y la conquista de los territorios conquistados. Esto, a su vez, tuvo un gran efecto en la cultura, la economía, y la política de esos territorios.
Carlos I fue uno de los reyes más importantes de la historia de España, también conocido como Carlos V. Durante su reinado, el Imperio Español alcanzó la cima de su gloria. Sus dominios se extendían por todo el continente europeo, desde España hasta los Países Bajos, hasta gran parte de Italia, los actuales territorios de Bélgica, Luxemburgo y el norte de Francia. También heredó una gran parte de América, incluyendo el actual México, el norte de Suramérica, las Antillas, las Filipinas y partes de lo que hoy es Estados Unidos.
El Imperio Español de Carlos V era el más grande del mundo en su época, y su poder era reconocido en todo el continente. Estas tierras eran de gran interés para el rey, ya que le permitían obtener ingresos y recursos. Esto le permitió a Carlos V fortalecer y expandir el Imperio, así como también expandir el comercio y la influencia de la Corona española.
Después de la muerte de Carlos V, el Imperio Español fue dividido entre sus hijos, Felipe II, el rey de España, y Fernando I, el emperador de los Habsburgo. El territorio de América fue dividido entre los dos hermanos, con Felipe II heredando las tierras de México, el Perú, Chile y las Indias Occidentales, mientras que Fernando I heredó el norte de Suramérica, las Antillas y las Filipinas. Estos territorios se mantuvieron bajo el control de la Corona española durante más de dos siglos.
En conclusión, Carlos I heredó un gran Imperio Español, que incluía territorios en Europa y en América. Estos territorios fueron divididos entre sus hijos, quienes mantuvieron el control de estas tierras durante más de dos siglos. Esto permitió a España convertirse en una de las principales potencias europeas de la época, y le dio una gran influencia en el comercio y la política a nivel mundial.
Felipe II fue el rey español que gobernó durante uno de los mayores periodos de expansión de la monarquía hispana. Cuando Felipe II llegó al trono en 1556, España estaba en la cúspide de su potencia y su imperio se extendía por todos los rincones del mundo. Esto significaba que Felipe II gobernaba sobre una gran cantidad de territorios, lo que hacía que su reinado fuera uno de los más amplios de la historia. Los territorios que Felipe II gobernó incluyen los Países Bajos, el Reino de Nápoles, el Imperio de las Indias, la región de los Balcanes, la provincia de Portugal, Ceuta y Melilla, la región de Flandes, el Reino de Aragón y el Reino de Castilla. También tenía una presencia fuerte en las colonias españolas en América del Sur, incluyendo el Virreinato del Perú, el Virreinato de la Nueva España y el Virreinato de la Nueva Granada. Estos territorios le dieron al rey una gran cantidad de recursos y una fuente de ingresos para el Estado.
Además de los territorios, Felipe II también fue el soberano de varios estados europeos, incluyendo la ciudad estado de Génova, la ciudad estado de Venecia y el Ducado de Milán. Estas ciudades-estado eran importantes para España porque aportaban una gran cantidad de recursos para el estado español, lo que se reflejaba en el poder que España disfrutaba en el continente. La influencia que España tenía en estos territorios también contribuyó a fortalecer su posición en el continente.
Finalmente, los territorios que Felipe II gobernó también incluían una gran cantidad de territorios en Norteamérica, como la Florida, Nueva México, el Virreinato de Nueva España, el Virreinato de Nueva Granada y el Virreinato del Perú. Estos territorios también contribuyeron al aumento de la riqueza de España durante el reinado de Felipe II. Esto fue debido a la explotación de los recursos naturales de estas regiones, así como la explotación de la mano de obra local.
En resumen, los territorios que Felipe II gobernó durante su reinado fueron muy variados y abarcaron una gran cantidad de regiones. Esto le permitió a España llegar a la cúspide de su poder y se convirtió en una de las monarquías más poderosas de la época.