La Marca Hispánica fue una frontera militar establecida durante el Imperio Carolingio en la antigua Hispania. Esta frontera fue establecida alrededor del año 790 y se mantuvo hasta el año 843, cuando la región fue conquistada por los musulmanes y finalmente se disgregó. Durante su existencia, la Marca Hispánica formó un gran territorio que incluyó algunas de las principales regiones de lo que hoy es España.
La Marca Hispánica se extendía desde los Pirineos hasta el norte de la actual Galicia, abarcando gran parte de la provincia de Navarra, el País Vasco y el norte de Aragón. Esta frontera se extendía también por el sur de la Cordillera Cantábrica, abarcando gran parte de Castilla y León, así como partes de Asturias y Cantabria. La frontera también se extendía hacia el este a lo largo de Cataluña, el Roussillon y la Cerdaña, así como algunas partes del Languedoc francés. La Marca Hispánica incluía también algunas islas del Mediterráneo, como Ibiza, Mallorca y Menorca.
Los territorios que formaron parte de la Marca Hispánica tenían la intención de ser una frontera defensiva contra el avance musulmán. Estos territorios se dividían en dos regiones principales, una al norte de los Pirineos y otra al sur. Estas regiones eran gobernadas por un comandante militar llamado mariscal, que era responsable de defender la frontera y mantener el orden. En la región norte, el mariscal contaba con el apoyo de los nobles y caballeros locales, quienes formaban un ejército para defender el territorio. En la región sur, los territorios eran gobernados por el rey de los francos, quien eludía el control del mariscal.
Durante la existencia de la Marca Hispánica, el territorio fue gobernado por el rey de los francos, quien designó a un mariscal para gobernar los territorios. Los mariscales eran responsables de mantener la frontera militar, así como de establecer leyes y ordenar el gobierno de la región. Estos mariscales eran elegidos entre los nobles y caballeros locales, y eran responsables del mantenimiento de la frontera y el orden. Durante el periodo de la Marca Hispánica, los territorios se unieron para formar una región unificada. Sin embargo, en 843, los territorios fueron conquistados por los musulmanes y la Marca Hispánica se disgregó.
A pesar de que la Marca Hispánica solo existió durante un periodo relativamente corto, sus territorios siguen siendo uno de los principales puntos de referencia para la historia de la región. Esta frontera marcó la separación entre la civilización cristiana y musulmana en la región, y es una parte importante de la historia de la región. Muchos de los territorios de la Marca Hispánica aún existen hoy en día, y sus vestigios son parte de la cultura y la identidad de la región.