En 1505, la Exploración de América se encontraba en pleno apogeo. Las expediciones españolas llegaron a lo que actualmente se conoce como el noreste de México, donde hubo una gran cantidad de descubrimientos. En abril de ese año, la flota de Hernán Cortés llegó a la isla de Cozumel, en el golfo de México, donde los españoles encontraron una antigua civilización Maya. Allí, Cortés estableció una estación de comercio con los nativos, que se convirtió en el primer puerto de la región. La expedición también visitó la isla de Yucatán, donde los españoles encontraron una antigua ciudad maya que aún conservaba sus templos. Esto fue el primer descubrimiento de ruinas mayas por parte de los españoles. Durante la misma expedición, los españoles también descubrieron la isla de Cuba y la isla de La Española.
En mayo de 1505, el capitán español Francisco de Bobadilla llegó a la isla de Santo Domingo, en la República Dominicana. Una vez allí, Bobadilla estableció un asentamiento español, que se convertiría en la primera colonia española en América. En junio de ese año, la flota de Bobadilla llegó a la isla de Jamaica, donde estableció otro asentamiento español. Esto marcó el inicio de la conquista española de la región.
A fines de 1505, la expedición de Bobadilla regresó a Santo Domingo, donde el gobernador español Nicolás de Ovando llegó para establecer una autoridad civil en la colonia. Esto representó el inicio de la colonización española de América. Las expediciones españolas también continuaron explorando nuevas tierras, descubriendo y colonizando nuevos territorios. Esta exploración y colonización permitió a los españoles establecer una presencia duradera en América.