Derrocar al rey significa la abrogación o eliminación de un gobierno monárquico, en el cual el poder de gobierno está centralizado en una sola persona, el monarca. Esto suele ocurrir a través de una revolución o una guerra civil, donde el pueblo se levanta para tomar el poder y poner fin al régimen monárquico. La palabra derrocar proviene del latín "derrocare", que significa "derribar de su trono".
En la mayoría de los casos, el derrocamiento de un rey se realiza con el fin de cambiar el sistema político y buscar un sistema más democrático. En la actualidad, el derrocamiento de un rey se considera una violación de los derechos humanos, ya que priva al país de los beneficios de la monarquía. Muchos países han optado por cambiar la monarquía a una república, en lugar de derrocar directamente al rey.
Esta práctica ha ocurrido a lo largo de la historia en muchos países. Por ejemplo, durante la Revolución Francesa, el pueblo francés derrocó al rey Luis XVI y estableció una república. En el siglo XIX, las monarquías del Imperio Austrohúngaro y el Imperio Ruso fueron abolidas, y se establecieron repúblicas en su lugar. En el siglo XX, los reyes de la Dinastía Tudor en Gran Bretaña y los reyes de Italia fueron derrocados y sustituidos por gobiernos republicanos.
En general, derrocar al rey es una forma de cambiar el sistema político de un país. Esto se realiza con el fin de mejorar las condiciones de vida de la población, luchar contra la opresión y abuso de poder y buscar un sistema más democrático. Al mismo tiempo, este acto debe realizarse de manera pacífica y respetando los derechos humanos.