La Dieta de Worms fue una asamblea imperial convocada por el emperador Carlos V de Alemania en 1521. Esta asamblea fue convocada para discutir el destino de Martín Lutero, un monje alemán cuyas enseñanzas transformaron el luteranismo. Durante la asamblea, se establecieron algunos principios fundamentales que guiaron la religión protestante durante los siglos siguientes. Estos principios incluyen el derecho de los individuos a la libertad de conciencia y la libertad para interpretar la Biblia por sí mismos. También se estableció que los príncipes debían tener el derecho de decidir qué religión prevalecería en sus territorios. Esto llevó a una gran cantidad de disensiones religiosas durante los siglos posteriores. La Dieta de Worms estableció la base para una nueva era en la religión protestante, lo que llevó a la división de la iglesia católica y a la aparición de nuevas iglesias protestantes. Esta asamblea también tuvo una gran influencia en la política europea, ya que estableció la necesidad de la tolerancia religiosa. Esto permitió que los estados europeos se alinearan con diferentes religiones sin tener que temer represalias por parte de otros países. Esto fue un gran paso adelante para la libertad de culto, y ha tenido una gran influencia en el mundo moderno.
La Dieta de Worms fue el nombre dado a una reunión de la Dieta Imperial celebrada en la ciudad alemana de Worms entre el 28 de enero y el 25 de mayo de 1521. El principal objetivo de esta reunión fue juzgar al monje agustino alemán Maestro Martín Lutero, quien había desafiado la autoridad papal al publicar sus 95 tesis de reforma.
Durante la Dieta de Worms, Lutero fue interrogado por el emperador Carlos V, quien le pidió que retractara sus enseñanzas. Lutero se negó a hacerlo, alegando que sus escritos eran la obra de Dios y no suya. El monje alemán insistió en que no se retractaría de sus creencias hasta que se le mostraran pruebas de que estaba equivocado. En respuesta a esto, Lutero declaró: "Mi conciencia está atada a la Palabra de Dios. No puedo y no quiero revocar nada, porque estaría actuando contra mi conciencia".
Estas palabras se hicieron famosas y reflejaron el compromiso de Lutero con su fe. Estas palabras también demostraron su determinación de resistir a la presión para retractarse y su devoción a Dios y su Palabra. De esta manera, Lutero se convirtió en una figura icónica de la Reforma Protestante y un defensor inflexible de la libertad de conciencia.
Uno de los resultados inmediatos de la Dieta de Worms fue la Edicto de Worms, una ley que declaraba a Lutero un hereje y ordenaba a todos los reyes y señores de Alemania que lo capturaran y lo llevaran ante la justicia. A pesar de esto, Lutero recibió protección de príncipes alemanes amigos, lo que le permitió seguir con sus escritos durante los años posteriores.
El Edicto de Worms fue una declaración emitida por el Emperador Carlos I de la dinastía Habsburgo del Sacro Imperio Romano Germánico, el 23 de mayo de 1521. El edicto fue promulgado como respuesta a las creencias y actividades de un hombre llamado Martin Lutero, quien había escrito una serie de escritos teológicos que se convirtieron en la base de lo que se conoce como el Protestantismo. El emperador quería que Lutero se retractara de sus enseñanzas y volviera al catolicismo romano.
El edicto declaraba que Lutero era un hereje y que todos los libros que había escrito debían ser destruidos. También instruía a los señores del Imperio a detener a Lutero y llevarlo a juicio por sus actos, y ordenó a los ciudadanos del Imperio que no tuvieran ningún contacto con él. El edicto terminó con la famosa frase "cuando un hereje no se retracta, debe ser condenado".
El Edicto de Worms fue una de las primeras declaraciones oficiales de la Iglesia Católica contra el Protestantismo, y estableció un precedente para las tensiones entre las dos religiones durante décadas. El edicto fue una de las principales causas de la Guerra de los Treinta Años, la guerra más larga y destructiva de la historia europea medieval. A pesar de esto, el Edicto de Worms también ayudó a definir la libertad de conciencia y la libertad de expresión, dos conceptos que aún son importantes hoy en día.