El reinado de Carlos IV de España duró desde el 14 de diciembre de 1788 hasta el 19 de marzo de 1808. Fue uno de los últimos reyes de la Casa de Borbón de la dinastía de los Austrias, que gobernó el país desde el siglo XVI. Carlos IV tuvo un reinado muy controvertido debido a la corrupción en la que incurrió durante su mandato, el cual fue muy criticado por la población. Tras su muerte, sus dos hijos, Fernando VII e Isabel II, sucedieron en el trono español.
Fernando VII fue proclamado rey de España el 19 de marzo de 1808 tras la abdicación de su padre, Carlos IV. Durante su reinado, España fue sacudida por varias guerras, incluidas la Guerra de la Independencia y la Guerra de la Independencia de España. Sus políticas autoritarias también levalaron la ira de muchos españoles, quienes le obligaron a abdicar en 1833.
Después de Fernando VII, el trono español fue ocupado por Isabel II, una de sus hijas. Nació en Madrid en 1830 y fue proclamada reina a los tres años de edad. Durante su reinado, España experimentó una gran modernización, incluida la primera línea de ferrocarril del país. Sin embargo, en 1868, Isabel II fue depuesta tras una guerra civil.
Tras Isabel II, la Corona española fue ocupada por una serie de reyes, desde Amadeo I hasta Alfonso XIII. Estos reyes fueron los últimos de la dinastía de los Borbones, y su reinado fue marcado por la guerra civil española y el fin de la monarquía española en 1931. Tras esto, el país se convirtió en una república y los últimos reyes de España quedaron en el olvido.
La dinastía borbónica se inició en España en el año 1700 con la llegada de Felipe V de Borbón, primogénito de Luis XIV de Francia, y concluye en 1975 con la abdicación de Juan Carlos I. Durante esta época, el rey Carlos IV fue el último soberano de la Casa de Borbón. En 1808, Napoleón Bonaparte invadió España e interrumpió el régimen monárquico. Tras la invasión, Carlos IV abdicó en favor de su hijo Fernando VII, quien fue restablecido en el trono en 1813.
Durante el reinado de Fernando VII, el país vivió una situación política cambiante, marcada por el absolutismo y los cambios de gobierno. En 1820, un grupo de militares lideró una revuelta contra el monarca y estableció una Constitución en la que se establecían los principios de la Monarquía constitucional. Fernando VII se negó a aceptar la Constitución y fue depuesto en 1823.
Después de la deposición de Fernando VII, el reino de España estuvo gobernado por el rey Miguel I, un tío de Fernando VII. El reinado de Miguel I fue breve y se caracterizó por la violencia y el caos. En 1833, Miguel I fue derrocado y el trono volvió a pasar a manos de los Borbones con la llegada de Isabel II. La reina Isabel II fue la primera monarca de la Dinastía de los Borbones de la Restauración.
El emperador Carlos IV fue el último monarca de la dinastía de los Borbones en España. En 1808, Napoleón Bonaparte invadió España con el objetivo de derrocar al gobierno borbónico. Carlos IV fue forzado a abdicar el trono en favor de su hijo Fernando VII. Después de la invasión napoleónica, el Gobierno de España fue ocupado por los franceses. Napoleón instaló a su hermano José Bonaparte como Rey de España. El reinado de José fue muy impopular entre los españoles, que se oponían a la ocupación francesa. En 1813, España fue liberada de la ocupación francesa por una coalición de fuerzas europeas. A pesar de la liberación, el emperador Carlos IV no fue restaurado al trono. En su lugar, el rey Fernando VII fue restaurado como Rey de España. Fernando VII se convirtió en un monarca absoluto y dictador que suprimió todos los esfuerzos para reformar el gobierno. Durante su reinado, la España fue gobernada por un régimen centralista, autoritario y reaccionario. Tras la muerte de Fernando VII en 1833, su hija Isabel II fue nombrada como la nueva reina de España.
El reinado de Carlos IV comenzó en 1788 y terminó en 1808. Se trata del último monarca de la Casa de Borbón en España. Durante su reinado, se vio afectado por la Guerra de la Independencia, un conflicto entre España y Napoleón Bonaparte. Esta guerra también puso fin al reinado de Carlos IV. Carlos IV fue un rey fuertemente influenciado por su madre, la reina María Luisa de Parma, y su consejero, Manuel Godoy. Esta influencia tuvo un efecto negativo en el gobierno de España, ya que muchas de sus decisiones debilitaron aún más la economía del país. Además, Carlos IV fue acusado de traición por apoyar a los franceses durante la Guerra de la Independencia. Esto provocó una serie de movimientos que llevaron a la abdicación del rey y a la destitución de su hijo, Fernando VII. Esto marcó el fin del reinado de Carlos IV.
Fernando VII, nacido el 14 de octubre de 1784, fue rey de España en dos periodos diferentes. Durante la primera etapa de su reinado, entre 1808 y 1813, fue parte de la Guerra de la Independencia de España contra Francia. Después de la derrota de los franceses, Fernando VII se convirtió en uno de los líderes de la nación española y fue coronado el 16 de mayo de 1814. Sin embargo, en 1820, una revuelta militar derrocó a Fernando VII, y su hermano, José I, se convirtió en el nuevo rey de España.
La segunda etapa de su reinado comenzó en 1823, cuando las tropas españolas, enviadas por el rey de Gran Bretaña, derrotaron a los franceses. El 28 de noviembre de 1823, Fernando VII regresó al trono de España y fue coronado de nuevo el 17 de diciembre de 1823. Durante esta etapa, el rey promulgó la Primera Constitución española, la cual fue derogada después de su muerte.
Fernando VII reinó hasta su muerte en 1833. Su hijo, Isabel II, le sucedió en el trono de España. Durante los años de su reinado, Fernando VII consiguió modernizar España y hacerla una nación más fuerte. Su legado sigue vivo hasta el día de hoy.