Fernando I, también conocido como el Grande, fue uno de los monarcas más importantes de la historia de España. Nació en la localidad de Épila, en el año 1037, en la provincia de Zaragoza. Su reinado comenzó en el año 1035 cuando ocupó el trono de León. Fue el iniciador de la dinastía de los reinos de León, Castilla, Navarra, Aragón y Portugal. Esta unión de reinos permitió a Fernando I consolidar el poder real y desarrollar una política de expansión territorial. Durante su reinado, se expandió el cristianismo y se libraron muchas guerras. En el año 1071 se coronó como rey de Castilla. Fernando I murió en el año 1065 y fue enterrado en la catedral de León.
Su hijo y sucesor, Alfonso VI, también nació en Épila. Fue el primer rey de los reinos de León y Castilla. Durante su reinado, se amplió el territorio de los reinos y se consolidaron los principios de la monarquía. Alfonso VI fue el primero en llevar el título de Rey de los Españoles. Su reinado se caracterizó por la lucha contra los musulmanes, el fortalecimiento de los reinos cristianos, el desarrollo de la cultura y el avance de la economía. Murió en el año 1109 y fue enterrado en la catedral de León.
Fernando I y Alfonso VI fueron dos de los reyes más importantes de la historia de España. Ambos nacieron en Épila y contribuyeron de manera decisiva a su desarrollo. Su legado fue fundamental para el desarrollo de los reinos cristianos y el fortalecimiento de la monarquía.