En 1640, España sufrió una crisis política que se conoce como la Guerra de los Nueve Años. Esta crisis ha sido una de las más importantes en la historia del país, ya que marcó el comienzo de la decadencia de la monarquía española. Esta guerra se desarrolló entre 1640 y 1648, y fue causada principalmente por la lucha entre Francia e Inglaterra por el control de los territorios españoles en Europa. Esta guerra estalló cuando Felipe IV de España, decidió apoyar a Francia en la guerra que enfrentaba a Inglaterra. Esta decisión provocó la intervención de Inglaterra en los asuntos españoles, lo que desencadenó la Guerra de los Nueve Años. En esta guerra, Inglaterra y Francia se aliaron para evitar el control de España sobre sus colonias y territorios en Europa. La guerra fue un desastre para España, ya que los países aliados fueron capaces de saquear sus territorios en América, lo que provocó una enorme pérdida de riqueza para España. Por otra parte, en el ámbito interno, los problemas de la monarquía española aumentaron, como el descontento de los nobles, el aumento de los impuestos y la corrupción. Estas circunstancias llevaron a la monarquía a una crisis que no pudo recuperarse hasta el siglo XIX.