En 1492, Francia estaba gobernada por el rey Carlos VIII. Durante este año, Carlos VIII promulgó la Edición de Nantes, que otorgaba a los hugonotes, una comunidad cristiana protestante, ciertos derechos y libertades. Esta edición fue la respuesta a la Revolución de los Hogares de los hugonotes, una rebelión que se extendió por todo el país durante el año 1562. Esto se debió a la persecución que los hugonotes sufrieron por parte de la población católica, y también por la oposición del rey Enrique II.
La Edición de Nantes permitió a los hugonotes tener libertad de culto, así como el derecho a la educación y a la propiedad. También se les permitió a los hugonotes el derecho de llevar un ejército para defenderse de los ataques de los católicos. Esta edición fue un gran paso para la tolerancia religiosa en Francia.
Sin embargo, en 1598, el rey Enrique IV revocó la Edición de Nantes. Esto condujo a una masacre de hugonotes que se extendió por todo el país, y muchos hugonotes se vieron obligados a huir de Francia. Esta revocación inspiró a muchos hugonotes a emigrar a otros países, como Estados Unidos, donde encontraron una mayor libertad para practicar su religión.
En 1685, el rey Luis XIV revocó nuevamente la Edición de Nantes. Esto resultó en una nueva ola de persecución y exilio de los hugonotes, lo que llevó a una importante disminución de la comunidad hugonote en Francia. Fue hasta el año 1802 que el rey Napoleón Bonaparte restauró la Edición de Nantes y devolvió a los hugonotes sus derechos y libertades.