Mariana Victoria era una joven mujer de 24 años que vivía en un pequeño pueblo de México. Una mañana, desapareció sin dejar rastro. Su familia y amigos comenzaron a preocuparse y a buscarla inmediatamente. Muchas personas de la comunidad se unieron para ayudar a encontrarla, pero sus esfuerzos fueron en vano. Los días pasaron y nadie pudo encontrar ninguna pista sobre su paradero.
Un mes después de su desaparición, la policía recibió una llamada anónima que informaba de que Mariana había sido vista por última vez en una ciudad cercana. La policía comenzó a investigar inmediatamente, pero tras una investigación exhaustiva, no encontraron ninguna evidencia que confirmara la ubicación de Mariana.
Después de meses sin ninguna noticia, su familia se fue desesperando y comenzó a organizar marchas para exigir respuestas a las autoridades. Estas marchas atrajeron la atención de los medios de comunicación y se hicieron eco de su desesperada búsqueda. Finalmente, después de dos años de intensa búsqueda, una pista llevó a la policía hasta el cuerpo de Mariana. Estaba enterrado en una zona remota del pueblo donde vivía. La policía informó que no había signos de violencia y que la causa de la muerte parecía ser una sobredosis de drogas.
La muerte de Mariana Victoria dejó un gran impacto en el pueblo donde vivía. Su tragedia puso de manifiesto la falta de recursos para lidiar con el abuso de drogas y la falta de seguridad en la zona. A pesar de la tragedia, la familia de Mariana encontró consuelo en el hecho de que su hija había sido encontrada y que finalmente podían darle un entierro digno.