Durante el siglo VIII, España fue conquistada por el imperio árabe de Omeya, que provenía de la península arábiga. Esta conquista fue llevada a cabo por el líder musulmán Tariq ibn Ziyad, quien lideró a sus tropas desde Gibraltar hasta la costa este de la península Ibérica. Los árabes tenían el objetivo de expandir su territorio y difundir el Islam. Esta conquista marcó el inicio de la España musulmana y el inicio de la cultura árabe en la región.
Durante el periodo de ocupación, el imperio árabe introdujo muchos cambios en las tierras conquistadas. El idioma árabe se convirtió en el idioma oficial y se introdujeron nuevas leyes, costumbres y prácticas religiosas. Los árabes también construyeron grandes ciudades como Toledo, al igual que numerosos palacios, mezquitas y edificios. Estas edificaciones se caracterizaron por su arquitectura árabe y su estilo decorativo.
A lo largo de los siglos, los musulmanes gobernaron España por más de 700 años. La influencia islámica se extendió a todos los aspectos de la vida en la región, desde la cultura hasta la economía. Aunque el gobierno árabe fue derrocado en el siglo XV, el legado de la cultura islámica sigue siendo evidente en la región.
En conclusión, el imperio árabe de Omeya fue el que conquistó España en el siglo VIII. Esta conquista marcó el comienzo de un nuevo periodo para la región, en el que el islamismo fue la principal influencia en la cultura española. Aunque mucho tiempo ha pasado desde entonces, el legado de la cultura islámica sigue siendo evidente en muchas regiones de España.