La expansión musulmana fue un período de expansión territorial que tuvo lugar durante el siglo VII y VIII d.C. y fue liderada por los musulmanes. Esta expansión fue llevada a cabo por los musulmanes para expandir su religión, el Islam, más allá de Arabia.
Esta expansión tuvo lugar en tres etapas principales. La primera etapa comenzó con la conquista de Arabia durante el siglo VII y terminó con el asentamiento de los musulmanes en Persia durante el siglo VIII. En esta etapa, los musulmanes conquistaron la mayor parte de Arabia, el norte de África, el suroeste de Asia y el sur de España.
La segunda etapa de la expansión musulmana comenzó con la conquista de Persia durante el siglo VIII y terminó con la conquista del Imperio Bizantino durante el siglo IX. Durante esta etapa, los musulmanes conquistaron el sur de la Península Ibérica, el norte de África, el sur de Asia Central y el Asia occidental.
En la tercera etapa de la expansión musulmana, los musulmanes conquistaron el norte de África, el Asia central y el Asia occidental durante el siglo IX. Durante esta etapa, los musulmanes también comenzaron a expandirse hacia el este, hacia las Indias Orientales. Esta última etapa de la expansión musulmana terminó con la conquista del Reino de Polonia durante el siglo XV.
Durante el período de expansión musulmana, los musulmanes extendieron su influencia desde el Mediterráneo hasta el lejano oriente. Esta expansión trajo consigo una serie de cambios culturales, religiosos y políticos que influyeron en la historia de numerosos países. En la actualidad, el Islam es una de las principales religiones del mundo, y su presencia se debe, en parte, a la expansión musulmana.