Lascaux y Altamira son dos importantes sitios arqueológicos ubicados en la región de Aquitania, en el suroeste de Francia, y Cantabria, en el norte de España, respectivamente. Estos dos lugares de gran relevancia para la cultura y la historia humana fueron descubiertos en 1940 y 1879 respectivamente.
Ambos albergaron pinturas rupestres que se cree fueron hechas hace unos 17.000 años. La cavidad de Lascaux contiene más de 600 obras de arte en sus paredes y techos, entre ellas hermosos animales, cazadores, paisajes y figuras abstractas. Por su parte, Altamira contiene alrededor de 35 obras de arte, en su mayoría figuras de animales prehistóricos.
Estas pinturas fueron hechas con pigmentos naturales como la tierra y el óxido de hierro, los cuales se mezclaban con agua para crear colores como el negro, rojo, amarillo, naranja, azul y marrón. Estos colores eran luego aplicados con herramientas hechas de conchas y hueso.
La importancia de estas pinturas radica en que nos hablan de la cultura y los rituales de los antiguos habitantes de la región. Estas pinturas también nos ayudan a entender el pasado de la humanidad, ya que estas obras de arte fueron hechas por nuestros antepasados hace miles de años.
Hoy, los sitios de Lascaux y Altamira son reconocidos como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y son visitados por cientos de personas cada año. Estos dos lugares son una prueba de la grandeza y el talento de los pueblos prehistóricos y son una parte importante y fascinante de la historia de la humanidad.