El Gobierno de los Validos fue una forma de gobierno monárquico instaurada durante la Edad Media. Esta forma de gobierno se caracterizó por ser una monarquía limitada, en la que el poder del rey estaba restringido por un grupo de nobles y oficiales. Estos nobles y oficiales eran conocidos como los validos. Estaban encargados de la administración de los asuntos de Estado, recaudando tributos y asesorando al rey. Estos validos no eran elegidos por el pueblo, sino por el monarca y eran responsables de la ejecución de la política del rey. Estos validos eran nombrados por el monarca y servían como consejeros, representantes o gobernadores.
En algunas situaciones, los validos también actuaron como regentes cuando el monarca era un menor de edad o se encontraba enfermo o ausente. Estos validos eran responsables de la gestión de los asuntos del reino, asegurando que estuviera en un estado de prosperidad. También eran responsables de la seguridad del reino, protegiéndolo de enemigos externos y de rebeliones internas. Estos validos eran generalmente hombres muy poderosos, con influencia sobre el rey y los asuntos nacionales.
El Gobierno de los Validos fue una forma de gobierno común durante la Edad Media, especialmente en el Reino de Castilla. Esta forma de gobierno resultó ser una de las más eficaces de la época, ya que permitió al rey mantener el control sobre los asuntos del reino, mientras que los validos se ocupaban de la administración. El sistema de validos también permitió al rey evitar abusos de poder, ya que los validos eran responsables ante el monarca. Aunque el sistema de validos fue una forma de gobierno eficaz durante la Edad Media, fue gradualmente reemplazado por formas de gobierno más modernas en los siglos posteriores.
El gobierno de los validos es una forma de gobierno en la que un pequeño grupo de personas ricas y privilegiadas ejerce el control sobre un país. Esta forma de gobierno se caracteriza por su falta de democracia y su tendencia a la concentración de la riqueza en pocas manos. Los validos suelen ser aristócratas o miembros de familias ricas que han adquirido una influencia significativa sobre el gobierno. Estas personas se benefician de los acuerdos y tratos que hacen con el gobierno y pueden influir en la toma de decisiones. Esto a menudo se traduce en la adopción de políticas que favorecen a los validos en detrimento de la mayoría de la población. Esto significa que el gobierno de los validos suele ser ineficaz y poco transparente, lo que significa que no hay una buena equidad entre los miembros de la sociedad. Esta forma de gobierno se ha visto en muchas partes del mundo a lo largo de la historia, aunque hoy en día se han hecho esfuerzos para reducir la influencia de los validos y garantizar la igualdad de oportunidades para todos.
La figura de los validos se originó en la monarquía absoluta de la España de los Austrias, durante el siglo XVI. Los validos eran ministros de confianza que el monarca elegía y nombraba, a los cuales les delegaba parte de su poder. Estos validos eran consejeros que tenían voz y voto en los consejos del rey, y ejercían autoridad sobre los demás consejeros, que eran los ministros de Estado.
Los validos se encargaban de controlar y asesorar al monarca en todas las decisiones. Estaban a cargo de la administración de la Corona, y eran los primeros en recibir la información sobre los asuntos monetarios, políticos y militares. Además, estaban autorizados para firmar documentos oficiales en nombre del rey y para usar su sello.
En el siglo XVII, el papel de los validos fue limitado por los ministros de Estado. Los validos pasaron a ser consejeros del rey, y se les restringió su influencia en la administración de la Corona. Aun así, los validos seguían siendo personas de confianza del rey, y en algunos momentos la figura de los validos tuvo una gran importancia en la política española.
Los reyes antiguos eran los únicos que podían tener validos. Estos eran personajes de alto rango que ejercían una autoridad similar a la de un primer ministro o un consejero real. El rey confiaba mucho en el valido, quien era responsable de administrar el reino y asesorar al monarca. Los validos tenían el poder de tomar decisiones importantes en nombre del rey, como nombrar a los oficiales del gobierno, decidir la política exterior, controlar la economía y dirigir la defensa del reino. La influencia del valido en el gobierno del rey dependía de su lealtad y confianza. Los validos también desempeñaban un papel importante en la vida social, ya que eran una parte importante de la corte real.
Uno de los más famosos validos fue el Cardenal Richelieu, quien sirvió al Rey de Francia, Luis XIII. Richelieu fue el principal consejero y asesor del rey y el responsable de mantener el equilibrio de poder entre Francia, España y el Sacro Imperio Romano. Esta habilidad para mantener el equilibrio de poder entre los estados europeos fue la clave para el éxito de Richelieu. Además de esto, desarrolló una política de centralización que fortaleció el poder real. Estas acciones contribuyeron a la modernización de Francia durante el reinado de Luis XIII.
Otros validos destacados incluyen al Duque de Olivares, quien fue el valido de Felipe IV de España, y al Marqués de Pombal, quien fue el valido de José I de Portugal. El Duque de Olivares fue el principal asesor de Felipe IV durante sus últimos años de reinado. El Duque trató de aumentar el poder real y desarrollar una política exterior agresiva. El Marqués de Pombal fue uno de los principales asesores de José I y ayudó a modernizar Portugal a través de reformas económicas y sociales.
En la actualidad, los monarcas ya no tienen validos, pero este papel es desempeñado por los ministros y consejeros de los gobiernos modernos. Estos funcionarios desempeñan un papel clave en la toma de decisiones y en la formulación de políticas públicas. Aunque los validos ya no existen, su legado sigue vivo en la forma en que los gobiernos modernos funcionan.
Durante el reinado de Carlos II, el rey tuvo dos validos principales que actuaron como sus principales ministros. Estos validos eran responsables de implementar las políticas del rey y de asesorarlo sobre asuntos de Estado. Los dos validos principales de Carlos II fueron el Duque de Medina Sidonia y el Duque de Osuna.
El Duque de Medina Sidonia fue nombrado valido por Carlos II el 21 de febrero de 1675. Fue uno de los miembros más influyentes de la corte de Carlos II, y fue el principal asesor del rey durante los primeros años de su reinado. El duque fue responsable de la aprobación de las leyes y de la formulación de políticas internas y externas.
El Duque de Osuna fue nombrado valido por Carlos II el 11 de septiembre de 1677. El Duque de Osuna fue el principal consejero del Rey durante los últimos años de su reinado. El duque fue responsable de la nominación de los oficiales del Estado, así como de la asignación de los cargos públicos. El Duque de Osuna también fue responsable de la firma de tratados con otros Estados.
Los validos de Carlos II fueron importantes figuras de su reinado y desempeñaron un papel fundamental en la formulación y ejecución de la política del rey. Ambos validos fueron nombrados por Carlos II para representar sus intereses y para ayudarlo a dirigir su gobierno durante el reinado.