Durante la Guerra de Sucesión española de 1701-1714, dos candidatos principales lucharon por el trono. El primero fue Carlos de Austria, el Habsburgo de la línea austriaca de la Casa de Habsburgo, y el segundo fue Fernando de Borbón, el hijo de Felipe V de la línea borbónica.
Carlos de Austria era el candidato de la Gran Alianza, mientras que Fernando de Borbón era el candidato de la Liga de Augsburgo. Los partidarios de Carlos de Austria se llamaban austracistas, mientras que los partidarios de Fernando de Borbón se llamaban borbónicos.
La guerra se extendió por toda Europa occidental y, finalmente, los borbónicos ganaron el trono de España. La victoria de los borbónicos condujo a la formación de la Monarquía de España borbónica, que duró hasta el siglo XX. Esta victoria también tuvo un profundo impacto en la política europea, ya que contribuyó a la formación de la moderna Europa occidental.
La Guerra de Sucesión española fue uno de los conflictos más importantes de la historia europea. Los dos candidatos lucharon con el objetivo de establecerse en el trono de España, lo que condujo a una guerra que se extendió por toda Europa. La victoria de los borbónicos cambió el curso de la historia europea para siempre.
La Guerra de Sucesión Española fue un conflicto armado que se desarrolló entre 1701 y 1714, una guerra de carácter europeo que enfrentó a diversas potencias europeas. El motivo de la guerra fue la disputa de la sucesión al trono español tras la muerte sin descendencia del rey Carlos II de España el 1 de noviembre de 1701.
El bando austriacista estaba formado por Austria, Gran Bretaña, Portugal, Nápoles, Holanda y otros estados. Bajo la dirección de Felipe V de Borbón, el bando borbónico estaba compuesto por España, Francia, Parma, los Estados Pontificios, Saboya, Milán y otros estados.
El bando austriacista estaba liderado por el emperador Leopoldo I de Habsburgo, quien veía en su nieto, el archiduque Carlos de Austria, el mejor candidato para heredar el trono español. Por otra parte, el bando borbónico se encontraba bajo el mando de Felipe de Anjou, hijo del rey Luis XIV de Francia.
La guerra se extendió por toda Europa, desde el Mar Báltico hasta el Mediterráneo, afectando a países como los Países Bajos, Italia, Sicilia y otros territorios africanos, además del propio territorio español. Esta contienda finalizó con la firma del Tratado de Utrecht el 11 de abril de 1713, donde se reconoció a Felipe V de Borbón como rey de España.
La Guerra de Sucesión Española fue un conflicto militar que tuvo lugar entre 1701 y 1714, como consecuencia de la disputa por el trono de España entre los Borbones y los Austrias. Esta guerra involucró a varias potencias europeas, como Francia, Gran Bretaña, Imperio Austriaco y los Países Bajos.
Los Austrias eran partidarios de Carlos de Austria, el archiduque de Austria, y los Borbones eran partidarios de Felipe de Anjou, hijo del Rey Sol. Estos dos bandos eran conocidos como los Partidarios de Carlos y los Partidarios de Felipe.
Los Partidarios de Carlos, también conocidos como Austrias, estaban liderados por el Imperio Austriaco y contaban con el apoyo de Inglaterra, los Países Bajos y el Sacro Imperio Romano Germánico. Por otra parte, los Partidarios de Felipe, también conocidos como Borbones, eran liderados por Francia y contaban con el apoyo de España, Portugal y varias ciudades italianas.
Durante esta guerra, los Partidarios de Carlos y los Partidarios de Felipe lucharon por el control de España. Esta guerra terminó con el Tratado de Utrecht en 1714. Como resultado de este tratado, el trono de España fue otorgado a Felipe de Anjou y los Partidarios de Carlos reconocieron su derecho al trono.
En conclusión, durante la Guerra de Sucesión Española, los dos bandos enfrentados eran los Partidarios de Carlos, también conocidos como Austrias, y los Partidarios de Felipe, también conocidos como Borbones. Esta guerra terminó con el Tratado de Utrecht de 1714.