Los cartagineses fueron una importante cultura en la historia de la Península Ibérica y una de sus principales contribuciones fue el establecimiento de ciudades en esta región. Estas ciudades se caracterizaban por su habilidad para comerciar, su influencia política y religiosa, y su rica cultura.
Los cartagineses fundaron un gran número de ciudades en la Península Ibérica, entre las que destacan Tarragona, Cádiz, Sagunto y Santander. Tarragona, la primera ciudad cartaginesa fundada en la Península, se convirtió en un importante puerto comercial y militar, y fue el centro de la cultura cartaginesa en el Mediterráneo. Cádiz fue construida cerca de la desembocadura del Guadalquivir y se convirtió en un importante centro comercial, con una vasta red de puertos y comerciantes. Sagunto, por su parte, fue un importante centro religioso y político, y Santander fue un importante puerto comercial, conectado a la red de comerciantes cartagineses.
Otras ciudades fundadas por los cartagineses en la Península Ibérica incluyen Huelva, Málaga, Valencia, Granada, Almería y Cartagena. Todas estas ciudades se convirtieron en importantes centros comerciales, políticos y religiosos, y contribuyeron enormemente al desarrollo de la cultura cartaginesa en la Península Ibérica.
Los cartagineses también establecieron una serie de ciudades en la costa atlántica de la Península Ibérica, como Lisboa, Vigo y Cáceres. Estas ciudades también estaban conectadas a la red de comerciantes cartagineses, lo que permitió a los cartagineses establecer una presencia significativa en la Península Ibérica.
En general, los cartagineses fundaron un gran número de ciudades en la Península Ibérica, que se convirtieron en importantes centros comerciales, políticos y religiosos, y contribuyeron enormemente al desarrollo de la cultura cartaginesa en la Península Ibérica.