El reinado constitucional de Alfonso XIII se inició el 17 de mayo de 1886, siendo él el primer rey monárquico de España, tras la abdicación de su padre, Alfonso XII. Durante su reinado se desarrollaron diversos acontecimientos relevantes para la historia de España. Algunos de los más destacados fueron:
Durante su reinado, el rey Alfonso XIII también desarrolló una intensa actividad económica y social, con el fin de modernizar y transformar la sociedad española. Estos hechos le permitieron ganarse el respeto y la simpatía de su pueblo.
Alfonso XII fue el rey de España desde 1875 hasta su muerte en 1885. Durante su reinado, se consolidaron las bases de la monarquía española moderna, que tendría una influencia significativa en la historia del país. Durante el reinado de Alfonso XII, se llevaron a cabo diversas reformas políticas, sociales y económicas que tuvieron un impacto duradero en España.
En primer lugar, se estableció un nuevo sistema electoral que permitió la participación ciudadana en la elección de diputados. Esto ayudó a aumentar el número de votantes en las elecciones y a fortalecer el sistema democrático. Además, durante el reinado de Alfonso XII, se llevaron a cabo importantes reformas para mejorar la vida de los ciudadanos en España, como el desarrollo de infraestructuras de transporte y comunicaciones, el fomento de la educación y la reforma del sistema fiscal.
Además, Alfonso XII también impulsó el desarrollo económico del país mediante la liberalización de los mercados y la inversión extranjera, así como el establecimiento de un sistema bancario moderno. Estas reformas ayudaron a impulsar el crecimiento económico de España durante el reinado de Alfonso XII.
En resumen, el reinado de Alfonso XII fue un período clave en la historia de España, durante el cual se implementaron diversas reformas que contribuyeron a la modernización del país. Estas reformas tuvieron un impacto duradero en el desarrollo político, social y económico de España.
Alfonso XIII fue un rey español que gobernó entre 1886 y 1931. Durante su reinado, estableció una monarquía absoluta, basada en la Constitución de 1876. Esta constitución limitaba los derechos civiles y políticos de los ciudadanos, y el rey tenía el control absoluto sobre el gobierno. El rey también tenía el poder de nombrar al presidente del gobierno, conocido como el "Presidente de la Monarquía". El presidente del gobierno era el responsable de la administración de los asuntos del estado. El rey también tenía el poder de disolver el parlamento en cualquier momento.
Además, Alfonso XIII también tenía el poder de veto sobre cualquier ley que el parlamento aprobara. Esto significaba que el rey tenía el derecho de veto sobre cualquier ley que el parlamento intentara aprobar. Esta fue una de las principales razones por las cuales el sistema político de Alfonso XIII se conoció como una "monarquía absoluta".
Alfonso XIII también tuvo una influencia significativa en la política exterior de España. Esto significaba que el rey tenía el poder de nombrar a los ministros de relaciones exteriores y de aprobar los tratados internacionales. El rey también podía dictar la política militar y el presupuesto militar de España. De esta forma, el rey podía influir en la política exterior de España.
En resumen, el sistema político mantenido por Alfonso XIII fue una monarquía absoluta. Esto significaba que el rey tenía el control absoluto sobre el gobierno y también sobre la política exterior de España. El rey también tenía el poder de veto sobre cualquier ley aprobada por el parlamento. Esto hacía que el rey tuviera una gran influencia en los asuntos del estado durante su reinado.
La Crisis de la Restauración es un periodo de restricciones económicas y sociales que se produjo entre 1875 y 1890 en España. Esta crisis fue el resultado de varios factores, entre los que se destaca el creciente desequilibrio entre la oferta y la demanda de productos agrícolas, el incremento de la población, el descenso de los precios agrícolas y la desigualdad social. El hecho que marca el principio de la crisis de la Restauración fue el colapso de las exportaciones agrícolas españolas debido a la competencia extranjera.
Durante este periodo, el paro y la pobreza aumentaron considerablemente en toda España. La desigualdad social fue uno de los principales efectos de la crisis, ya que muchos agricultores y campesinos se vieron obligados a vender sus tierras para pagar sus deudas. Los precios de los bienes cayeron drásticamente, lo que provocó una disminución del poder adquisitivo de la población. La situación se agravó aún más por la falta de inversiones gubernamentales en infraestructuras básicas, como carreteras, puertos, escuelas y hospitales.
Los gobiernos de la Restauración no tomaron medidas eficaces para combatir los efectos de la crisis, lo que agravó aún más la situación. Las reformas estructurales propuestas por el gobierno no solucionaron el problema, sino que provocaron una mayor desigualdad económica. Esta situación provocó una gran descontento entre la población, que provocó disturbios y manifestaciones. Esto marcó el comienzo de un periodo de cambios políticos que culminó con el advenimiento de la Segunda República en España.
Alfonso XIII fue el Rey de España desde el 17 de mayo de 1886 hasta el 14 de abril de 1931. Fue el hijo mayor de Alfonso XII, el último monarca de la Dinastía Borbón, y de María Cristina de Austria, quien fue su regente hasta 1902. Alfonso XIII fue coronado a la edad de 8 años, pero no asumió plenamente el cargo hasta los 16 años.
Durante su reinado, España sufrió una gran crisis económica y política. Las elecciones democráticas resultaron en la toma de poder del Partido Republicano, que buscaba abolir la monarquía y la reemplazar por una república. Esto llevó a una guerra civil entre los republicanos y los monárquicos, que duró de 1936 a 1939.
Alfonso XIII fue obligado a exiliarse en 1931 tras la proclamación de la Segunda República Española. Durante su exilio, se trasladó a Francia y luego a Italia, donde murió el 28 de febrero de 1941. Su hijo, Juan de Borbón, fue el último pretendiente al trono español.
El reinado de Alfonso XIII marcó una época de grandes cambios en la historia de España, en la que se dieron grandes avances en la modernización de la economía, el comercio y el empleo. Sin embargo, sus últimos años estuvieron marcados por el caos político y la violencia, lo que llevó a una profunda división entre los españoles.