Todos los siglos XIX y XX se caracterizaron por una constante lucha por el poder entre la Casa de Borbón y los demás partidos políticos de España. Esta disputa llegó a su punto más alto durante el reinado de Juan Carlos I, quien se convirtió en el primer monarca de la dinastía después de haber sido exiliado durante la Guerra Civil Española. El reinado de Juan Carlos I fue un período de cambio radical para España, ya que se establecieron muchas reformas políticas y sociales que permitieron a la nación convertirse en una democracia moderna. Sin embargo, no todos los españoles estaban contentos con la llegada de un nuevo rey, especialmente porque muchos de ellos no veían a Juan Carlos I como un verdadero monarca. Esta resistencia aceptar la nueva dinastía se intensificó aún más después de que Juan Carlos I abdicara en 2014 y fue reemplazado por su hijo, Felipe VI. Esto provocó una gran cantidad de preguntas, ¿por qué no reinó Juan de Borbón?
Juan de Borbón era el hijo mayor de Juan Carlos I y su primera esposa, Sofía de Grecia. Él fue bautizado como príncipe de España y se esperaba que fuera el próximo monarca. Sin embargo, en 1993, Juan Carlos I decidió nombrar a su segundo hijo, Felipe, como su heredero. Esto fue una decisión muy controvertida, ya que algunos creían que Juan de Borbón era el más indicado para el trono. Esta decisión también generó divisiones en la familia real, ya que Juan de Borbón fue excluido del proceso de sucesión.
Sin embargo, muchos creen que la decisión de Juan Carlos I fue la más acertada. Muchos españoles creían que el reinado de Juan Carlos I había sido un éxito y que no había motivos para cambiarlo. Además, existían preocupaciones sobre el comportamiento de Juan de Borbón, que había sido acusado de varios escándalos de mal comportamiento y abuso de drogas. Estas acusaciones le habían dado una mala reputación y muchos creían que no era la persona adecuada para ser el próximo monarca. Así que, en lugar de nombrar a Juan de Borbón, Juan Carlos I optó por nombrar a su segundo hijo, Felipe, como su heredero.
Aunque la decisión de Juan Carlos I fue controvertida, muchos creen que fue la mejor opción para España. La decisión de nombrar a Felipe como príncipe heredero le dio al país un nuevo líder que fue capaz de llevar a España hacia nuevos niveles de desarrollo. Además, la decisión de Juan Carlos I protegió a la familia real y al país de cualquier escándalo que pudiera haber surgido de un reinado de Juan de Borbón. Por lo tanto, se puede concluir que la decisión de Juan Carlos I de no nombrar a Juan de Borbón como el próximo monarca fue una decisión acertada.
La designación de Juan Carlos de Borbón como sucesor de Franco comenzó con la Ley para la Reforma Política de la Monarquía, aprobada en 1967. Esta ley era la propuesta del gobierno para llenar el vacío de poder que se produciría por la muerte de Franco. La ley establecía que la corona de España pasaría directamente a la dinastía Borbón, y que el rey debería ser el hijo de don Juan de Borbón, que en aquel momento era el Príncipe de España: Juan Carlos de Borbón.
A partir de entonces, Franco empezó a prepararle para el cargo, preparándole para la titularidad de la Jefatura del Estado. Esto incluyó una serie de órdenes y planes para Juan Carlos, que asegurarían su preparación para asumir el cargo como rey. Esto fue una parte importante del proceso de transición a la democracia de España, y fue decidido por Franco para asegurar que el cambio de régimen se produjera de forma suave, sin ninguna resistencia.
Finalmente, el 20 de noviembre de 1975, Franco falleció y Juan Carlos de Borbón fue proclamado rey de España. Los españoles aceptaron a Juan Carlos como su nuevo rey, y así se inició una nueva era de libertad y democracia en España. Desde entonces, Juan Carlos ha sido un monarca firme e innovador, que ha trabajado para mantener la unidad de España, y para garantizar los derechos y libertades de los españoles.
La dinastía Borbón es una de las familias más antiguas de Europa, que se remonta a finales del siglo XVII. Sus miembros han gobernado España y otros países europeos desde entonces. En los últimos años, la familia Borbón ha experimentado muchos cambios, incluyendo la abdicación de su monarca, el Rey Juan Carlos, en 2014. Tras su abdicación, la pregunta que surgía era: ¿Quién iba a ser el próximo rey?
La respuesta a esta pregunta fue el hijo de Juan Carlos, el Príncipe de Asturias, Alfonso. Juan Carlos y su esposa Sofía habían tenido dos hijos, Felipe y el Príncipe Alfonso. La Constitución de España de 1978 establecía que la corona debería ser otorgada al hijo mayor de Juan Carlos, Felipe. Sin embargo, el Príncipe Felipe no estaba interesado en el trono, y renunció a sus derechos en 2014. Esto significaba que la corona pasaría al Príncipe Alfonso.
El Príncipe Alfonso era el hijo menor de Juan Carlos, pero también era el único que podía acceder al trono. La Constitución española no prevé la posibilidad de cualquier otro miembro de la familia Borbón ascendiendo al trono. Esto significaba que el próximo rey de España tenía que ser o Juan Carlos o Alfonso.
En junio de 2014, el Rey Juan Carlos abdicó y el Príncipe Alfonso fue coronado como Rey de España. Al asumir el trono, cambió su nombre a Felipe VI. Desde entonces, el Rey Felipe VI ha gobernado con éxito, aunque no ha tenido un reinado tan largo como el de su padre.
En conclusión, tras la abdicación de Juan Carlos, la única persona que podía convertirse en rey era su hijo menor, Alfonso, que más tarde cambió su nombre a Felipe VI.
Durante la dictadura de Franco, desde 1939 hasta 1975, fue el rey Alfonso XIII quien ostentaba el título de Rey de España. El rey Alfonso XIII fue quien abdicó en 1931, al comienzo de la República Española, y durante los años de la guerra civil española se exilió en Italia. Durante el régimen de Franco, el rey Alfonso XIII no fue restaurado en el trono, sino que fue su hijo, el rey Juan Carlos I, quien fue nombrado jefe del estado en 1969.
El rey Juan Carlos I fue el encargado de la transición desde el régimen de Franco a la monarquía parlamentaria que existe actualmente en España. Durante su mandato, el rey Juan Carlos I se comprometió con la democracia y la libertad de los ciudadanos españoles. Su reinado terminó en 2014, cuando abdicó a favor de su hijo, el rey Felipe VI.
Por lo tanto, el rey que gobernaba España durante la dictadura de Franco fue Alfonso XIII, aunque fue su hijo el que tuvo la responsabilidad de llevar a cabo la transición hacia una monarquía parlamentaria. El reinado de Juan Carlos I fue uno de los más importantes de la historia de España, y su hijo Felipe VI sigue su legado de compromiso con la democracia y los derechos de los ciudadanos.
Antes de la dictadura de Francisco Franco, España experimentó varias formas de gobierno. Durante el siglo XIX, el país estaba bajo la monarquía absoluta de los Borbones. La dictadura borbónica se vio interrumpida en 1868 por la Primera República Española, que duró hasta 1874. El reinado de Alfonso XII, que comenzó en 1875, estableció una monarquía constitucional que se conoció como Restauración. La Restauración se mantuvo hasta la Segunda República Española, que duró desde 1931 hasta 1936. Esta se vio interrumpida por el golpe de Estado de Franco en 1936, que estableció la dictadura franquista, que duró hasta 1975.
Durante la Primera República Española, la Constitución de 1869 instituyó un sistema parlamentario, según el cual el rey se limitaba a firmar los decretos legislativos aprobados por el parlamento. Durante la Restauración, los monarcas conservaron el poder absoluto, pero algunas medidas políticas, como la Ley de Sucesión de Alfonso XII, dieron al parlamento un mayor peso en la toma de decisiones. La Segunda República Española se caracterizó por la ampliación de los derechos políticos, la igualdad de género, la reforma agraria y la nacionalización de la banca.
Los partidos principales durante las dos repúblicas fueron los republicanos, los socialistas y los anarquistas. Otros partidos políticos, como el Partido Comunista y el Partido Nacionalista Vasco, también tuvieron un papel destacado durante la Segunda República. Desde el golpe de Estado de Franco hasta su muerte en 1975, España estuvo bajo una dictadura militar autoritaria.