La Segunda República en España fue un periodo democrático que tuvo lugar desde el 14 de abril de 1931 hasta el 1 de abril de 1939. Durante este tiempo, hubo varios gobernantes que dirigieron el país, algunos de ellos muy relevantes en la historia española.
Manuel Azaña fue el primer presidente de la Segunda República, elegido en 1931. Fue un político muy destacado que ya había sido ministro en épocas anteriores y defendía la modernización y la laicidad del Estado. También impulsó una reforma agraria y la educación pública y gratuita. Su mandato finalizó en 1936, tras el estallido de la Guerra Civil.
Tras la dimisión de Azaña, fue nombrado presidente el también republicano de izquierdas Manuel Portela Valladares, aunque solo estuvo en el cargo durante tres días debido a la presión de los militares.
El siguiente presidente fue Alejandro Lerroux, líder del Partido Radical. Su mandato fue controvertido debido a su postura ambigua en la cuestión de la Guerra Civil Española y a su relación con las fuerzas conservadoras. No obstante, se le reconoce su intento de modernización del país, en especial en materia de telecomunicaciones y transportes.
José Giral, otro político de izquierdas, fue nombrado presidente del Consejo de Ministros en julio de 1936 tras el inicio de la Guerra Civil. Su mandato fue muy breve, ya que fue sustituido por Francisco Largo Caballero ese mismo año. Largo Caballero fue líder de la UGT y se centró en la defensa de los derechos de los trabajadores. Promovió la creación de milicias populares y trató de reorganizar el Ejército republicano, pero no pudo evitar la caída de Barcelona en 1939 y tuvo que exiliarse.
Otro gobernante importante de la Segunda República fue Juan Negrín, que fue ministro de Hacienda y posteriormente presidente del Consejo de Ministros desde 1937 hasta el final de la Guerra Civil en 1939. Durante su mandato, se intentó resistir el avance de las tropas franquistas y se firmó el Pacto de No Intervención con otros países europeos, aunque finalmente no pudo evitar la derrota del bando republicano.
En resumen, los gobernantes de la Segunda República española fueron políticos claves que tuvieron que enfrentarse a una época difícil en la historia de España. A pesar de las diferencias ideológicas y las circunstancias adversas, todos ellos intentaron mejorar la situación del país y defender sus convicciones.