La expansión musulmana se refiere al proceso de propagación de la religión islámica y del poder político de los musulmanes durante los siglos VII al XI. Esta expansión se llevó a cabo gracias a las victorias militares y a la conquista de numerosos territorios.
La primera etapa de la expansión musulmana tuvo lugar en la península arábiga, donde el profeta Mahoma predicó y fundó el Islam en el siglo VII. Poco después de su muerte, sus sucesores (los califas) emprendieron la conquista de los territorios vecinos, llegando a controlar Siria, Palestina, Egipto y gran parte de Persia.
La segunda etapa de la expansión musulmana comenzó en el siglo VIII, cuando las fuerzas musulmanas cruzaron el Estrecho de Gibraltar y conquistaron la península ibérica (Al-Andalus). También expandieron su influencia hacia Asia Central y el norte de África, estableciendo un gobierno islámico en la India y llegando hasta el río Indo.
La tercera etapa de la expansión musulmana tuvo lugar en el siglo XI, cuando los turcos selyúcidas, un pueblo musulmán nómada, comenzaron su traslado hacia Asia Menor y Persia. Mientras tanto, los musulmanes establecieron una dinastía en Arabia Saudita, controlaron Sicilia y avanzaron en la Península Ibérica. La expansión musulmana se extendió hacia el este, hasta llegar a la India.
En conclusión, la expansión musulmana fue un proceso continuo que duró varios siglos y se extendió a través de muchos territorios. Se llevaron a cabo tres etapas principales, cada una caracterizada por los conquistadores musulmanes y por la conquista de nuevos territorios. Hoy en día, el Islam es una religión con más de mil millones de seguidores en todo el mundo.