La España Visigoda se refiere a un período de la historia de España que abarcó desde la invasión visigoda a finales del siglo V hasta la llegada de los árabes en el siglo VIII. Durante esta época, los visigodos gobernaron el territorio y establecieron su capital en Toledo.
En cuanto al nombre de esta España visigoda, no existía un término específico en ese momento para referirse a ella. En realidad, los visigodos no la consideraban una entidad geográfica separada de su propio reino, el cual también abarcaba regiones más allá de la península ibérica.
No fue hasta siglos después que se comenzó a utilizar el término "España" para referirse al territorio visigodo por parte de los historiadores y escritores posteriores. De hecho, fue la llegada de los árabes la que contribuyó a la creación de una identidad española, debido a la lucha contra la invasión musulmana y la posterior Reconquista.
En conclusión, la España Visigoda es el nombre que se utiliza para referirse al período histórico en el cual los visigodos gobernaron la península ibérica. Aunque no existía un término específico en ese entonces para el territorio, posteriormente el nombre fue adoptado por los escritores y eruditos para describir esta época de España.
Al hablar de los pueblos germánicos que invadieron el Imperio Romano, es común escuchar los términos "godos" y "visigodos". La principal diferencia entre ambos pueblos radica en sus zonas de origen: los godos procedían de Escandinavia y se establecieron en Europa central, mientras que los visigodos eran originarios del este de Europa.
Además, en cuanto a su expansión y hegemonía en Europa, los godos fueron más tempranos que los visigodos: Augusto se enfrentó a los godos en el año 9 d.C, mientras que los visigodos no llegaron a la península ibérica hasta el siglo V d.C.
Pero una de las mayores diferencias que podemos destacar entre ambos pueblos es su religión: mientras que los godos eran en su mayoría paganos, los visigodos se convirtieron al cristianismo a raíz de las misiones enviadas por el obispo Ulfilas. Esto último, sin duda, fue un factor determinante para la posterior evolución histórica de ambas culturas.
Antes de la llegada de los musulmanes en el año 711, España tenía varios nombres. Uno de ellos era Hispalis, un nombre atribuido por los romanos que fundaron la ciudad de Sevilla en el siglo II a.C.
Además de este nombre, la península ibérica era conocida por los visigodos como Hispania, un término que deriva de la palabra “Hesperia” que significa “Oeste” en griego.
Otro nombre que se le daba a España en la época prerromana era Iberia, proveniente del nombre de los iberos, uno de los pueblos que habitaban en la península antes de la llegada de los romanos.
Después de la caída del imperio romano, el nombre de España se mantuvo como Hispania hasta la llegada de los musulmanes que establecieron su reino en el sur de la península, a lo que llamaron Al Andalus.
En resumen, Hispania, Iberia y Hispalis son algunos de los nombres que se le atribuían a España antes de la llegada de Al Andalus.
Antes de que los visigodos llegaran a España en el siglo V, la península ibérica ya estaba habitada por diferentes pueblos y culturas. Uno de los grupos más conocidos son los iberos, quienes habitaban principalmente en la costa mediterránea y en el sur de España. Su cultura estaba influenciada por los fenicios y griegos, quienes establecieron colonias comerciales en la península.
También habitaron en España los celtas, un pueblo que se extendía por gran parte de Europa y Asia Menor. En la península ibérica, los celtas vivían principalmente en el norte y en el oeste. Su llegada a España se cree que fue en el siglo VI a.C. y su influencia se puede ver en la lengua y cultura gallega.
Otra cultura que habitó en España antes de la llegada de los visigodos fueron los tartessos, un pueblo que se desarrolló en la zona de Andalucía en los siglos IX y VIII a.C. Estos eran famosos por su producción de metales preciosos y por sus relaciones comerciales con otros pueblos del Mediterráneo. Su influencia se puede apreciar en la cultura y arquitectura de los pueblos andaluces.
En resumen, la península ibérica era un lugar de encuentro y mezcla de diferentes culturas que dejaron su huella antes de la llegada de los visigodos. La influencia de estos pueblos se puede observar todavía hoy en día en la cultura y tradiciones de diferentes regiones de España.
Los visigodos fueron un pueblo germánico que se estableció en la península ibérica después de la caída del Imperio Romano de Occidente en el 476 d.C. A los pueblos de los visigodos se les conocía como "godos" o "visigodos", términos que significan "hombres de Godo".
Además de estos nombres principales, los pueblos visigodos también se conocían por otros términos según los lugares que habitaban. Por ejemplo, a los visigodos que habitaban en el norte de la península ibérica se les denominaba "suevos", mientras que los asentados en el sur eran conocidos como "bárbaros".
Los visigodos, cuyo nombre se deriva del latín "westgothi", también recibieron otros nombres a lo largo de su historia. De hecho, los romanos los llamaron "taifalos", mientras que los griegos los conocían como "gotas". Sin embargo, su nombre principal y el que ha perdurado hasta nuestros días es el de "visigodos".