El reinado de Felipe V fue uno de los más largos en la historia de España, pues duró desde 1700 hasta 1724.
Felipe V fue el primer monarca de la dinastía Borbón en el trono español, tras la muerte de Carlos II. Durante su reinado, se produjeron importantes cambios en la política y la economía del país, incluyendo la implementación de reformas administrativas y la mejora en la gestión de las colonias americanas.
Uno de los principales conflictos durante el reinado de Felipe V fue la Guerra de Sucesión Española, en la que se enfrentaron diferentes países europeos por el control del trono español. A pesar de la complejidad del conflicto, Felipe V logró mantener su posición y mantener la unidad del país.
Otra de las grandes transformaciones ocurridas durante el reinado de Felipe V fue la creación del sistema centralista en España, por medio de la eliminación de ciertas autonomías regionales. Además, se estableció el sistema de intendencias, el cual mejoró la administración de justicia y la recaudación de impuestos.
A pesar de los retos que enfrentó durante su mandato, Felipe V logró consolidar su poder y sentar las bases para el desarrollo y progreso de España en los años posteriores a su reinado.
Fernando VI fue el monarca que gobernó España desde el 9 de julio de 1746 hasta el 10 de agosto de 1759. Durante su reinado, se dedicó a una política de paz y neutralidad en el contexto de la Guerra de los Siete Años que enfrentaba a Francia y Gran Bretaña.
En términos internos, el mandato de Fernando VI se caracterizó por la consolidación de los Borbones en el trono y la implantación de reformas administrativas y judiciales. También destaca la defensa que hizo de los derechos de los indígenas americanos, algo poco común en la época.
Aunque su reinado se desarrolló en un periodo relativamente breve, Fernando VI dejó un legado importante en la historia de España. Su política de reformas y su apoyo a los sectores más desfavorecidos de la sociedad contribuyeron a sentar las bases para el desarrollo de la Ilustración y el progreso social de la nación.
El reinado de Felipe V comenzó el 1 de noviembre del 1700. Este hecho se produjo tras la muerte del último monarca de la dinastía de los Habsburgo, Carlos II.
Si bien Felipe V era el nieto de Luis XIV de Francia, no fue él quien sucedió a Carlos II inmediatamente. Primero se produjo un corto reinado de su hermanastro, el archiduque Carlos de Austria, quien gobernó entre el 1700 y el 1706, momento en que Felipe V fue finalmente coronado rey de España.
El comienzo del reinado de Felipe V no fue fácil, ya que se produjo en medio de un conflicto dinástico que se conoce como la Guerra de Sucesión española. En este conflicto se enfrentaron los partidarios de Felipe V y los partidarios del archiduque Carlos, apoyados principalmente por Gran Bretaña, Países Bajos y Austria.
A pesar de los obstáculos, el reinado de Felipe V se extendió durante 46 años, hasta su abdicación en 1724. Durante su reinado se llevaron a cabo importantes reformas políticas y sociales que sentaron las bases para el moderno Estado español.
Después de la muerte de Felipe V, en 1746, el trono español quedó vacante. Los ojos se posaron en Fernando VI, hermano del monarca fallecido, quien fue coronado como su sucesor.
Fernando VI fue un monarca cuyo gobierno se caracterizó por el progreso y el desarrollo del país. Bajo su mandato, España experimentó un momento de estabilidad y paz, lo que permitió una mejora en la economía, la educación y la ciencia.
Sin embargo, su reinado también estuvo marcado por la tristeza, ya que su esposa falleció tras solo dos años de matrimonio. Esto sumió a Fernando VI en una profunda tristeza y lo llevó a renunciar a sus obligaciones como monarca, delegando gran parte de su poder en su ministro, el marqués de Ensenada.
A pesar de esto, la figura de Fernando VI sigue siendo recordada como un momento de paz y estabilidad en la historia de España, y su legado en el campo de la ciencia y la educación continúa siendo valorado hoy en día.
El reinado más corto de España fue el de Amadeo de Saboya, quien reinó desde el 2 de enero de 1871 hasta el 11 de febrero de 1873, tan solo 2 años y 1 mes. Este breve reinado ocurrió en una época en la que España estaba inmersa en una crisis política y económica, tras la Revolución de 1868 que derrocó a la reina Isabel II.
La llegada de Amadeo de Saboya al trono de España se dio gracias a una alianza entre los políticos moderados y los liberales, que buscaban un rey que pudiera unir al país y modernizarlo. Sin embargo, el reinado de Amadeo de Saboya estuvo marcado por la inestabilidad política y social, lo que generó una gran presión sobre el rey.
Amadeo de Saboya recibió críticas de distintos sectores, incluyendo los partidos políticos, la Iglesia y los militares. Además, enfrentó rebeliones republicanas y carlistas, y su gobierno no pudo solucionar la crisis económica que atravesaba España en aquel entonces.
Finalmente, el 11 de febrero de 1873, Amadeo de Saboya renunció al trono de España en medio de una gran crisis política y social. Este breve reinado quedó marcado en la historia española como uno de los períodos más inestables y convulsos de la historia del país.