El reinado de Felipe IV, también conocido como el Rey Planeta, tuvo una duración de 44 años, desde su proclamación como rey de España en el año 1621 hasta su muerte en el año 1665.
Este reinado fue uno de los más largos y turbulentos de la historia de España, marcado por conflictos internos y externos, una economía en crisis y el ocaso del Imperio español. Además de las guerras internacionales, se produjeron importantes tensiones en el interior del país, como la Rebelión de Cataluña, que duró diez años y fue sofocada con dureza.
Uno de los acontecimientos más destacados del reinado de Felipe IV fue la expulsión de los judíos de España en 1492, que ya se había iniciado durante el gobierno de su padre, Felipe III. Además, en el plano artístico y cultural fue un momento de esplendor, con la presencia de grandes pintores como Velázquez y Murillo, y un gran auge del teatro.
En cuanto a política exterior, Felipe IV intentó mantener la hegemonía española en Europa, pero se vio continuamente involucrado en conflictos bélicos, como la Guerra de los Treinta Años y la Guerra Franco-Española. Esto provocó un gran desgaste en la economía del país y, posteriormente, una profunda crisis económica que afectó a todos los ámbitos de la sociedad.
A pesar de las dificultades, el reinado de Felipe IV dejó un importante legado cultural y artístico, y su figura sigue siendo analizada y estudiada por historiadores y estudiosos de la época.
El reinado de Felipe IV duró desde el 31 de marzo de 1621 hasta el 17 de septiembre de 1665, un total de 44 años y 5 meses.
Durante su larga gestión como rey de España, Felipe IV se enfrentó a numerosos desafíos políticos, económicos y militares, tanto dentro como fuera de sus fronteras. Uno de los acontecimientos más destacados de su reinado fue la guerra de los Treinta Años, que comenzó en 1618 y terminó en 1648.
Además, Felipe IV tuvo que hacer frente a la pérdida de territorios como Portugal, que se independizó en 1640, y a la rebelión de Cataluña en 1640-1659. Sin embargo, también presidió momentos gloriosos como el Siglo de Oro español, que comenzó a fines del siglo XVI y continuó hasta mediados del XVII, y en el que España alcanzó su apogeo cultural y artístico.
En resumen, el reinado de Felipe IV fue un periodo tumultuoso de la historia de España y de Europa, marcado por grandes conflictos y también por grandes logros culturales y artísticos. Con una duración de 44 años y 5 meses, Fernando IV dejó un legado significativo en la historia de España.
Felipe IV fue el rey de España hasta el año de su muerte en 1665. Después de su fallecimiento, su hijo Carlos II asumió el trono.
Carlos II era conocido como el último rey de la dinastía de los Habsburgo españoles, y su reinado fue marcado por la fragilidad de su salud y la falta de habilidad política. Fue un reinado tumultuoso, con conflictos internos y externos que amenazaron la estabilidad del país.
El reinado de Carlos II terminó con su muerte en 1700, lo que inició la Guerra de Sucesión española, una guerra que se libró entre los partidarios de diferentes pretendientes al trono español, incluyendo al archiduque Carlos de Austria y al duque de Anjou, quien finalmente se convirtió en Felipe V de España en 1701.
Felipe V fue el primer rey de la dinastía de los Borbones españoles, estableciéndose así la dinastía que gobierna actualmente en España. Su reinado estuvo marcado por grandes cambios políticos y sociales en España, incluyendo la implementación de reformas ilustradas y la promoción de la economía y el comercio.
Felipe II fue el hijo de Carlos V y reinó en España durante 42 años, desde 1556 hasta 1598.
Durante su mandato, Felipe II consolidó el poder de España y extendió su imperio a través de las Américas y Asia. También fue un ferviente defensor de la fe católica y se enfrentó a la Reforma Protestante en Europa.
Uno de los mayores logros de Felipe II fue la Armada Invencible, una flotilla de barcos que intentó invadir Inglaterra en 1588. Aunque la misión fracasó, el intento demostró la capacidad militar de España.
A pesar de sus éxitos, el reinado de Felipe II también fue marcado por conflictos internos y externos, como la rebelión de los Países Bajos y la Guerra de los Frandes. Además, su gobierno centralista y autoritario provocó tensiones con los diferentes territorios que conformaban el imperio español.
En general, el reinado de Felipe II dejó una huella significativa en la historia de España y del mundo, y su figura sigue siendo objeto de estudio y debate en la actualidad.
Los Templarios eran una orden militar y religiosa fundada en el siglo XII y que ganó poder y riqueza en Europa. En 1307, el rey de Francia Felipe IV decidió acabar con ellos, justo después de la muerte del Papa Clemente V. Felipe IV pensaba que los Templarios estaban envueltos en actividades ilegales y secretas, y que representaban una amenaza para su poder.
Felipe IV aprovechó la oportunidad y comenzó una campaña de difamación contra los Templarios, acusándolos de herejía, sodomía y otras perversiones. El rey francés logró convencer al nuevo Papa, Juan XXII, de que los Templarios eran una amenaza para la Iglesia Católica.
Entonces, se inició un proceso de investigación y búsqueda de pruebas por parte del Papa y las autoridades francesas. En 1309 se convocó un gran concilio para juzgar a los Templarios. Al final, se llegó a la conclusión de que los cargos eran falsos pero, aun así, el Papa ordenó la disolución de la orden.
En 1314, se condenó a muerte a Jacques de Molay, último gran maestre de los Templarios, y a otros líderes de la orden. El 18 de marzo de ese mismo año, el fuego consumió a Jacques de Molay. La orden de los templarios fue disuelta oficialmente por el papa Clemente V.
Aunque Felipe IV consiguió acabar con los Templarios y confiscar sus propiedades y riquezas, siempre han existido dudas sobre la veracidad de las acusaciones en su contra. Algunas teorías apuntan a una conspiración entre el rey francés y el Papa para acabar con los Templarios y apropiarse de sus bienes.