Los cartagineses fueron una civilización que se estableció en la Península Ibérica entre el siglo III a.C. y el siglo II a.C. Esta civilización originaria de la ciudad de Cartago, situada en el norte de África, se expandió hasta la Península Ibérica durante el periodo de dominio del Imperio Romano. Los cartagineses llegaron a la Península Ibérica durante el siglo III a.C., como consecuencia de las guerras entre Cartago y Roma. Establecieron diferentes ciudades en la región, entre las que destacan Gades (hoy Cádiz), Malaca (hoy Málaga) y Cartago Nova (hoy Cartagena). Además, instauraron su dominio en lugares como la Ciudad de Barcino (hoy Barcelona), la Ciudad de Saguntum (hoy Sagunto) y la Ciudad de Tarraco (hoy Tarragona).
Los cartagineses desarrollaron en la Península Ibérica una forma de vida basada en el comercio y el cultivo de la tierra. Establecieron sistemas de irrigación para el cultivo de cereales, olivos y vides. Asimismo, construyeron puertos y establecieron relaciones comerciales con otras ciudades, lo que les permitió obtener riqueza. Esta riqueza les permitió construir edificios y monumentos en las ciudades que habitaban, como el famoso templo de Baal en Cartago Nova.
Los cartagineses estuvieron presentes en la Península Ibérica hasta el siglo II a.C., cuando fueron derrotados por Roma en la guerra de los Aníbal. Después de esta derrota, los cartagineses se retiraron de la Península Ibérica y dejaron de existir como civilización en la región. No obstante, la influencia de los cartagineses en la Península Ibérica aún se puede sentir hoy en día, sobre todo en los nombres de algunas ciudades.
Los cartagineses se encontraban en la Península Ibérica durante el periodo entre el siglo III a. C. y el siglo II a. C. Esta civilización llegó a esta región para fundar varias ciudades como Cartago Nova (actual Cartagena), Emporion (actual Empúries), y Qart-Hadast (actual Ciudad Real).
Estos cartagineses eran una civilización de origen fenicio con una gran influencia en el comercio y la navegación. Esta civilización se expandió por toda la Península Ibérica, estableciendo una presencia fuerte en las costas del sur de la península, en el este de Andalucía, en el sureste de la Península Ibérica y en el área que actualmente abarca Portugal.
Durante su periodo de dominio, los cartagineses llevaron a cabo una intensa actividad comercial. Esto incluía la exportación de productos como el vino, el aceite y los productos agrícolas, así como la importación de productos de otros países. Además, los cartagineses eran conocidos por su habilidad para la navegación, lo que les permitió establecer una amplia red comercial.
Los cartagineses también fueron importantes en la expansión militar de la Península Ibérica. Durante el siglo II a. C., los cartagineses se enfrentaron al ejército romano, llegando a controlar toda la costa mediterránea. Finalmente, los cartagineses fueron derrotados por los romanos en la batalla de Ilipa en el 206 a. C. y expulsados de la Península Ibérica.
En conclusión, los cartagineses se encontraban en la Península Ibérica desde el siglo III a. C. hasta el siglo II a. C., estableciendo ciudades, estableciendo una actividad comercial intensa y expandiendo su influencia militar. Finalmente, fueron derrotados por los romanos en la batalla de Ilipa.
Durante el siglo III a.C., los cartagineses establecieron su principal base naval en el Mediterráneo occidental, en lo que hoy es la costa suroeste de España. Esta base fue una de las principales fuerzas militares y navales durante la Primera Guerra Púnica entre Cartago y Roma. La base se encontraba en la región de Andalucía, en el sur de España. Desde allí, los cartagineses controlaban la costa y el mar Mediterráneo. Esta base fue fundamental para la expansión de la civilización cartaginesa en la región. Además, fue un lugar estratégico para comerciar con otras civilizaciones.
La base se ubicaba principalmente en la ciudad de Cartago Nova, también conocida como Qart Hadasht, que significa "Nueva Cartago". Esta ciudad fue construida por Aníbal Barca, hijo de Amílcar Barca. Esta ciudad fue la capital de la provincia cartaginesa de Hispania Citerior. Según las fuentes históricas, la ciudad era la más grande de la región, con una población estimada de unos 100.000 habitantes.
Cartago Nova estaba ubicada en lo que hoy se conoce como Murcia, en el extremo sur de España. La ciudad era un centro comercial importante y una de las principales ciudades romanas. Esta ciudad fue conquistada por los romanos durante la Segunda Guerra Púnica, y fue incendiada y destruida. Aunque la ciudad fue totalmente destruida, aún se pueden encontrar algunos restos de la ciudad cartaginesa.
En conclusión, la principal base cartaginesa en España se encontraba en la ciudad de Cartago Nova, en lo que hoy es la región de Murcia, en el sur de España. Esta base fue fundamental para la expansión de la civilización cartaginesa en la región, y fue un lugar estratégico para comerciar con otras civilizaciones. La ciudad fue conquistada y destruida por los romanos durante la Segunda Guerra Púnica, pero aún se pueden encontrar algunos restos de la ciudad.
Los cartagineses fueron un grupo étnico que fundó una importante ciudad-estado en la costa de Túnez, llamada Cartago, de la que fue capital. Esta ciudad tuvo una gran influencia en la región del Mediterráneo y expandió su territorio para convertirse en una gran potencia militar. Tras la conquista de Sicilia y la campaña de España, los cartagineses se establecieron también en la Península Ibérica. Esta expansión llevó a la fundación de varias ciudades que fueron importantes en el desarrollo de la cultura cartaginesa.
Qart Hadasht, conocida hoy como Cartagena, fue la primera colonia fundada por los cartagineses en la Península Ibérica. Esta ciudad fue el centro de la cultura cartaginesa en la región y desde ella se expandieron otros asentamientos. Otros importantes asentamientos cartagineses fueron Ibissa, Turdetania, Elvia y Edeta, que se encontraban situadas en la costa mediterránea de la península. Durante el siglo III a. C., los cartagineses conquistaron la región conocida como Celtiberia, donde fundaron la ciudad de Tito.
Los cartagineses fueron los responsables de la introducción de la cultura fenicia en la Península Ibérica. Esta cultura tuvo un gran impacto en la región, ya que contribuyó al desarrollo de la agricultura y a la construcción de importantes infraestructuras. La cultura cartaginesa se caracterizó por ser una mezcla de culturas egipcia, fenicia y griega. Esta influencia se puede ver aún hoy en muchas de sus ciudades, como Cartagena.
Los cartagineses fueron una de las principales potencias en la Península Ibérica durante el siglo III a. C., y su influencia se dejó sentir durante los siglos posteriores a su caída. La cultura cartaginesa se caracterizó por el intercambio de conocimientos y el desarrollo de importantes infraestructuras. Estas fueron algunas de las ciudades que los cartagineses fundaron en la Península Ibérica durante su expansión.
Los cartagineses fueron una civilización de origen fenicio que se enraizó en la península ibérica a partir del siglo IX a. C. Su territorio se extendía desde el sur de la actual España hasta el norte de Túnez. Los cartagineses eran una mezcla de diferentes culturas y etnias, como los fenicios, los iberos y los árabes, entre otros. Esto explica por qué se les considera la primera civilización multicultural de la historia de la Península Ibérica.
Los cartagineses fueron una de las principales fuerzas que contribuyeron a la formación de la cultura andalusí. Esta cultura fue el resultado de la fusión de los elementos culturales de los fenicios, los árabes, los iberos y los judíos. La cultura andalusí influyó en la música, la arquitectura y la literatura de la región. La lengua cartaginesa se desarrolló como resultado de la fusión de los idiomas fenicios, árabes e iberos.
Los cartagineses fueron una de las primeras civilizaciones en desarrollar una moneda. Esta moneda se conocía como el denario y era ampliamente utilizado en la región. Los cartagineses también fueron los primeros en construir grandes puertos marítimos, como el de Cádiz. Esta fue una de las principales ciudades de la cultura andalusí y fue un importante centro comercial en el Mediterráneo.
Los cartagineses tuvieron una importante influencia en la historia de la Península Ibérica. Esta influencia se puede ver en la cultura andalusí, en la moneda y en la arquitectura. Los cartagineses también tuvieron un gran impacto en la historia de la región, ya que fueron una de las principales fuerzas detrás de la formación de la cultura andalusí.