El Reino Franco fue un estado medieval creado a partir de la unificación de los territorios en los que hablaban el francés. Fue fundado en el siglo IX por Carlos el Calvo, hijo de Carlos Martel, y comprendía los territorios del noroeste de Europa, principalmente Francia y Alemania. El reino fue gobernado por la dinastía francesa de los Carolingios hasta el año 888, cuando fue dividido entre los hijos de Carlos el Calvo.
El reino franco se expandió rápidamente en los siguientes años y fue el más grande y poderoso estado europeo entre los siglos IX y XI. Durante este tiempo, el reino se extendió desde el Mar del Norte hasta el Mar Mediterráneo y desde el Rin hasta el Atlántico.
El Reino Franco fue disuelto en el año 888, cuando Carlos el Calvo dividió el reino entre sus tres hijos. Desde entonces, el territorio del reino fue dividido en varios estados. El territorio de Francia se dividió en tres estados: la Francia Occidental, la Francia Central y la Francia Oriental. Alemania se dividió en dos estados: el Sacro Imperio Romano Germánico y el Reino de Alemania.
Aunque el Reino Franco ya no existe, sus legados han pervivido hasta el día de hoy. Muchos de los estados y territorios que existen en la actualidad se formaron como parte del antiguo reino. La Francia moderna fue creada a partir de la Francia Occidental, el Sacro Imperio Romano Germánico fue el precursor del Reino de Prusia y el Reino de Alemania fue el precursor del moderno estado alemán.
En conclusión, el Reino Franco se encontraba en el noroeste de Europa, abarcando los territorios de Francia y Alemania. Fue disuelto en el año 888 y sus territorios fueron divididos entre varios estados. Muchos de estos estados han sobrevivido hasta la actualidad, dando origen a los modernos países de Francia, Alemania y otros.
Los reinos francos fueron una unión de estados formada entre los siglos V y VIII, liderada por la dinastía merovingia. Los francos eran un pueblo germánico oriundo de la región de la Francia actual que se habían establecido en el siglo III. Esta dinastía gobernó el territorio de la Francia actual, así como grandes porciones de la Europa central.
La dinastía merovingia fue fundada por Clodoveo I, también conocido como Clovis, quien es considerado el primer rey de los francos. Clovis nació alrededor del 466 d.C. y fue el hijo del rey francés Childerico I. Se dice que Clodoveo fue el primero en abrazar el cristianismo, lo que le permitió unir a los muchos clanes franceses bajo una sola religión.
En el año 481 d.C., Clodoveo se convirtió en el primer rey de los francos. Estableció su capital en la ciudad de París, que seguiría siendo la sede del trono francés durante los siguientes siete siglos. Durante su gobierno, Clodoveo consolidó el control sobre el territorio que ahora conocemos como Francia, expandiendo el reino franco hacia el sur hasta el río Loira.
Clodoveo I murió en el año 511, pero la dinastía merovingia continuó gobernando el territorio de los francos hasta el año 751, cuando el rey francés Carlos Martel fue derrotado en la Batalla de Tours. Desde entonces, la dinastía carolingia asumió el trono francés y gobernó hasta el siglo IX.
En resumen, Clodoveo I fue quien inició el reino franco y estableció su capital en París. Esta dinastía merovingia gobernó el territorio de los francos hasta el año 751, cuando la dinastía carolingia asumió el control del reino.