El Califato de Córdoba fue una entidad política que existió entre los siglos VIII y XI. Fue el segundo de los tres estados independentes formados a partir del Imperio Islámico de al-Andalus. Fue el más grande de los tres, abarcando gran parte de la Península Ibérica. El Califato de Córdoba estuvo gobernado por la familia Omeya, que gobernó durante un periodo de 292 años (756-1031).
Durante este periodo, el Califato de Córdoba desarrolló una cultura y una civilización única, la cual fue reconocida por los intelectuales de Europa y el mundo musulmán. Fue una época de gran desarrollo de la ciencia, la poesía, la filosofía y la arquitectura. Esta cultura floreció durante el califato de Abd ar-Rahman III (912 - 961).
A partir de 1031 el Califato de Córdoba se desintegró en pequeños estados locales, conocidos como Taifas. Estos estados fueron conquistados por los cristianos entre 1085 y 1492, lo que pone fin al dominio islámico en la Península Ibérica. En resumen, el Califato de Córdoba duró 292 años, desde 756 hasta 1031.