El Franco Condado, un estado español que existía desde la época medieval, fue perdido por España en el año 1813. Esto ocurrió durante el Reino de Napoleón, cuando fue conquistado por Francia como parte de su campaña de conquista de Europa. El Franco Condado fue una de las tierras de España más antiguas y estaba gobernado por una monarquía hereditaria. Se creía que data de la época de los romanos, cuando los Visigodos se establecieron en el territorio. Durante siglos, el Franco Condado fue una parte importante del reino español. Fue uno de los primeros territorios en ser conquistado por Napoleón y fue una de las últimas partes de España en ser invadida. La pérdida de este territorio fue uno de los primeros grandes golpes para la monarquía española e hizo que España se replanteara su estrategia militar.
La pérdida del Franco Condado también tuvo un profundo impacto en la cultura española. La región tenía una historia y una cultura únicas que se perdieron con su conquista. Muchas de las tradiciones y costumbres de la región se perdieron durante el periodo napoleónico. La región había sido un importante centro de producción de vino y aceite de oliva durante siglos, y su pérdida fue un gran golpe para la economía española. El Franco Condado también había sido un importante centro de comercio entre España y el continente europeo, lo que también se vio afectado por la conquista.
Después de la caída del imperio napoleónico, el Condado fue devuelto a España en 1814. La región fue reconstruida y se llevaron a cabo muchas reformas económicas y sociales para tratar de restaurar la economía y la cultura de la región. El Condado volvió a ser un importante centro de producción de vino y aceite de oliva, y sigue siendo una de las regiones más importantes de España para el comercio y la producción de alimentos y bebidas.