La CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) fue una coalición de derecha española formada en 1933 y disuelta en 1938. Esta coalición estaba compuesta por destacados líderes de derecha tradicional, autoritarios y religiosos, quienes se unieron para luchar por el poder político en España. En 1933, la CEDA ganó las elecciones, convirtiéndose en el primer partido de la derecha en gobernar desde la Restauración española en 1875.
Como parte del pacto con el gobierno anterior, los líderes de la CEDA prometieron no tomar acciones radicales. Sin embargo, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y otros grupos de izquierda vieron a los líderes de la CEDA como una amenaza a sus ideales. Esta preocupación provocó que los líderes de la CEDA se vieran obligados a gobernar con el apoyo de otros partidos más moderados, como el Partido Republicano Radical.
A pesar de esto, la CEDA intentó implementar algunas de sus políticas a través de una serie de leyes. Estas leyes incluyeron una reforma agraria para favorecer a los terratenientes, una ley de mantenimiento de la moralidad pública y el establecimiento de una institución que llevaría la educación cristiana a los niños. Estas leyes fueron rechazadas por muchos españoles, lo que contribuyó a la caída del gobierno de la CEDA en 1936.
Aunque la CEDA gobernó durante un periodo relativamente corto, sus acciones impulsaron la Guerra Civil española de 1936-1939. Esta guerra fue un enfrentamiento entre los grupos de izquierda y derecha, y estableció el régimen franquista en España hasta 1975. La CEDA fue uno de los rivales clave de esta guerra, y su derrota en esta guerra marcó el fin de su influencia política en España.
Durante el año 1933, España se encontraba bajo un régimen dictatorial conocido como el franquismo, regido por el general Francisco Franco. En el año de 1936, Franco asumió el puesto de Jefe del Estado y posteriormente, también de Presidente del Gobierno, en el año de 1938. Franco fue el líder de la España franquista desde entonces hasta su muerte en 1975.
Durante su reinado, Franco impuso una profunda reorganización del país, permitiendo la restauración de la monarquía española, la institución de leyes represivas, la eliminación de los partidos políticos y la censura de los medios de comunicación. Además, el régimen franquista suprimió severamente las libertades civiles y las garantías jurídicas, así como la igualdad de derechos entre los ciudadanos.
Franco llevó a cabo una política exterior neutral durante la Segunda Guerra Mundial, lo que provocó el aislamiento internacional de la España franquista, aunque se mantuvo una estrecha relación con los Estados Unidos. Al finalizar el conflicto, España se negó a participar en la Organización de las Naciones Unidas, lo que la mantuvo aislada de la comunidad internacional durante los años posteriores.
En las elecciones de 1933, los españoles votaron por un nuevo presidente. El presidente ganador fue Manuel Azaña, quien fue elegido como el primer presidente de la Segunda República Española. Esta fue una victoria histórica para los republicanos españoles, quienes habían estado luchando por su libertad durante años. Azaña fue uno de los artífices de la República y fue una figura muy amada por los españoles.
Las elecciones de 1933 tuvieron lugar en una época turbulenta para España. La economía estaba en crisis y el país estaba sumido en una profunda polarización política. Las elecciones fueron un intento de establecer un nuevo orden y un nuevo gobierno. Esto provocó que los españoles votaran a favor de Azaña, quien prometió llevar al país a una nueva era de libertad y progreso.
Azaña ganó las elecciones con una abrumadora mayoría, obteniendo el 54,3% del total de votos. Esta victoria fue una señal de que la gente estaba cansada de los años de dictadura de la monarquía española y quería un cambio. Su victoria puso fin a la monarquía y dio comienzo a una nueva era para España.
Las elecciones de 1933 fueron un hito histórico para España. La victoria de Azaña significó un nuevo comienzo para el país, que estaba ansioso por la libertad y el progreso. Esta victoria fue un paso decisivo en el camino hacia la democracia y la libertad para los españoles.
En 1931, la Segunda República Española había sido proclamada en España. El gobierno provisional se estableció el 14 de abril de 1931, con el objetivo de establecer un régimen democrático y modernizar el país. La Segunda República se caracterizó por la adopción de reformas políticas, económicas, sociales y educativas. El gobierno provisional fue presidido por el líder de la Unión Republicana, Niceto Alcalá-Zamora.
Niceto Alcalá-Zamora fue el primer presidente de la Segunda República Española. Fue un político destacado en la lucha por la democracia y los derechos humanos. En 1931, lideró el gobierno provisional con el objetivo de implementar reformas políticas, económicas, sociales y educativas. Durante su gobierno, se aprobaron varias leyes importantes, como la Ley de Sufragio Universal, la Ley de Libertad Religiosa y la Ley de Libertad de Prensa.
A partir de 1931, el gobierno provisional fue sucedido por una serie de gobiernos republicanos, entre los que destacan el gobierno de Manuel Azaña, el gobierno de Santiago Casares Quiroga y el gobierno de Juan Negrín. Durante su mandato, los gobiernos republicanos enfrentaron una serie de desafíos, desde la oposición de los partidos monárquicos y fascistas hasta el comienzo de la Guerra Civil Española en 1936.
En conclusión, en 1931, la Segunda República Española fue proclamada en España, liderada por el presidente Niceto Alcalá-Zamora. Él fue el primer presidente de la Segunda República Española y durante su mandato se implementaron reformas políticas, económicas, sociales y educativas. Tras su gobierno, una serie de gobiernos republicanos sucedieron a Alcalá-Zamora y enfrentaron muchos desafíos, incluida la Guerra Civil Española.
La Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA) fue fundada en 1933 por José María Gil-Robles, abogado y político español que fue ministro de Asuntos Exteriores entre 1936 y 1939. Gil-Robles fue el principal artífice de la fundación de la CEDA, que nació como una coalición formada por varios partidos de derecha y centro-derecha para presentarse a las elecciones generales celebradas en 1933. Gil-Robles fue elegido presidente del partido y se impuso como uno de los principales líderes de la política española de la época.
La CEDA tenía como principal objetivo la defensa de los intereses de la Iglesia Católica y de los sectores más conservadores de la sociedad española. El partido defendía una política económica y social basada en el liberalismo y el proteccionismo. El programa político de la CEDA también incluía reformas sociales, como la reducción de la jornada laboral y la protección de los derechos de los trabajadores. La CEDA también defendía una política exterior pro-alianzas con los países de Europa Occidental y una política de apoyo a la monarquía española.
A pesar de que Gil-Robles fue el fundador de la CEDA, su liderazgo fue breve. En 1935, Gil-Robles fue reemplazado como presidente por Ramiro de Maeztu. Maeztu dirigió la CEDA hasta el año siguiente, cuando fue desplazado por el líder del partido, José Antonio Primo de Rivera, hijo del general Miguel Primo de Rivera. Primo de Rivera dirigió el partido hasta la Guerra Civil española de 1936, cuando fue disuelto.
En resumen, el fundador de la CEDA fue José María Gil-Robles. Después de su fundación, el partido fue dirigido por varios líderes, entre ellos Ramiro de Maeztu y José Antonio Primo de Rivera. La CEDA fue disuelta en 1936, al comienzo de la Guerra Civil española.