España fue invadida por los musulmanes árabes entre los años 711 y 1492, aproximadamente. Esto significa que el territorio de España estuvo bajo la dominación árabe durante ese tiempo. Durante estos aproximadamente 800 años, España vivió bajo los principios del Islam y la cultura árabe, y fue conocida como Al-Andalus. Esta época fue la época de la Edad de Oro de España, una edad de grandes avances científicos y artísticos.
Durante el período árabe, la arquitectura y la literatura de España estaban influenciadas fuertemente por el mundo árabe. La arquitectura islámica se hizo muy popular en España, y es una de las principales contribuciones de los árabes a la cultura española. El lenguaje árabe también se usaba ampliamente en España, y la literatura árabe también fue muy influyente.
Otra contribución importante de los árabes a España fue el desarrollo de la agricultura. Los árabes introdujeron nuevos cultivos, como el trigo y la caña de azúcar, que eran vitales para el desarrollo de la economía española. Aquí también introdujeron técnicas nuevas para la cría de animales y el manejo de la tierra.
Los árabes también contribuyeron al crecimiento de la ciencia y la tecnología en España. Los árabes introdujeron la alquimia, la astronomía y la medicina, entre otras ciencias, y estos conocimientos se usaron para ayudar a desarrollar la economía española.
Sin embargo, la época árabe en España terminó abruptamente en 1492 con la conquista de los Reyes Católicos. Esto significó el fin de la Edad de Oro de España y el comienzo de una era de dominación cristiana. La influencia árabe aún está presente en España, pero la cultura árabe ha sido eclipsada por la cultura cristiana.
Durante casi 800 años, desde el año 711 hasta 1492, España fue conocida como Al-Andalus, un territorio árabe de civilización islámica. Esta época de dominio árabe proporcionó a la región una cultura y una civilización florecientes. Durante estos siglos, los musulmanes gobernaron España, trajeron consigo su religión, su lengua, su arte y su forma de vida. Muchos de sus legados siguen siendo parte importante de la cultura española.
Aunque el imperio árabe de España estaba en su apogeo durante el siglo XI, el reino comenzó a disminuir poco a poco a medida que los cristianos intentaban aumentar su influencia. El desarrollo de la Reconquista llevó a que los reinos cristianos recuperaran muchas ciudades españolas. Finalmente, en el año 1492, los últimos territorios árabes fueron conquistados por los cristianos. Esto marcó el fin de la época árabe de España.
A pesar de que el período árabe de España fue breve y turbulento, dejó una huella indeleble en la cultura española. Muchas de las principales ciudades españolas, como Granada y Córdoba, se conservan como un testimonio de la cultura árabe. Incluso hoy en día, los españoles se benefician de las contribuciones árabes al arte, la arquitectura, la literatura y la ciencia.
A finales de siglo XIX, España ocupó la mayor parte del noroeste de África, incluyendo el territorio que comprende los actuales países de Marruecos, Mauritania, Ceuta, Melilla y las islas Canarias. Esta región se conocía como el Protectorado Español de Marruecos. Durante el periodo de ocupación española, Marruecos fue el único país árabe bajo la influencia de España. El Protectorado Español de Marruecos fue creado en 1912, cuando el sultán Abd al-Hafid firmó un tratado con España que le otorgaba a esta última el control de la economía, la seguridad y la administración de Marruecos. Esta ocupación duró hasta 1956, cuando Marruecos recuperó su independencia después de sucesivas rebeliones y guerras.