La conquista romana comienza con la unificación de Roma bajo el liderazgo de los reyes Rómulo y Remo, quienes fundaron la ciudad de Roma el 753 a.C. El Imperio Romano se expandió gradualmente, ampliando su territorio en todas direcciones. En el año 146 a.C., Roma había conquistado toda la región, desde el norte de África hasta el sur de la península itálica. Durante los siguientes cien años, Roma se extendió hacia el oeste, conquistando España, Grecia, el Imperio Persa y, finalmente, el norte de África. La expansión continuó hasta el año 117 d.C., cuando el Imperio Romano alcanzó su máximo tamaño. A partir de ese momento, el Imperio Romano comenzó a declinar, pero la influencia de Roma se extendió durante los siglos siguientes. La civilización romana fue una de las más grandes y duraderas de la historia y sus influencias todavía se sienten hoy en día.
La conquista del Imperio romano comenzó hace más de 2.000 años, en el año 753 a.C., cuando los romanos fundaron la ciudad de Roma. La primera etapa de la conquista se llevó a cabo bajo el mandato de los emperadores Julio César y Augusto, entre el 44 a.C. y el 14 d.C., y fue la primera vez que el territorio de Roma se extendió a lo largo del Mediterráneo. Durante este período, los romanos conquistaron Grecia, Egipto, las Galias, las Islas Británicas, el Imperio Parto y la mayor parte del norte de África. Esta expansión resultó en una de las mayores civilizaciones de la antigüedad, que gobernó por casi 500 años.
Durante los siguientes 500 años, el Imperio romano se expandió aún más, conquistando nuevas tierras y colonizando nuevas ciudades. La expansión del Imperio se detuvo en el año 117 d.C., tras la muerte de su emperador Trajano. A partir de entonces, el Imperio empezó a disminuir de tamaño, hasta su caída en el año 476 d.C. Desde entonces, el Imperio ha sido considerado como uno de los más grandes y poderosos de la antigüedad.
Aunque muchos han considerado el año 753 a.C. como el punto de partida de la conquista del Imperio romano, en realidad fue un proceso gradual que se extendió durante siglos. Por lo tanto, la conquista del Imperio romano se puede considerar como un proceso que comenzó en el año 753 a.C. y culminó con la caída del Imperio en el año 476 d.C.
La conquista de Hispania por los romanos comenzó en el siglo III a.C. durante el reinado del segundo rey de Roma, Tarquino el Soberbio. En el año 218 a.C. los ejércitos romanos liderados por el cónsul Publio Cornelio Escipión invadieron la región de Hispania. Esto fue hecho con el objetivo de conquistar territorio, luego de la derrota de Aníbal en la batalla de Zama. Durante la primera fase de la conquista, los romanos derrotaron a los cartagineses en varias batallas y se establecieron en Hispania.
Los romanos conquistaron la mayor parte de la región, pero tuvieron que enfrentar a varias tribus de la península ibérica, entre ellas los vándalos, los astures y los célticos. El proceso de conquista fue largo y difícil y se prolongó durante casi dos siglos. Aunque los romanos finalmente lograron someter a la mayoría de estas tribus, algunas de ellas lograron resistir hasta el siglo I d.C.
La conquista de Hispania fue una de las mayores victorias de los romanos. Esto les permitió expandir sus fronteras y consolidar su dominio sobre el Mediterráneo occidental. A lo largo de los siglos, Hispania se convirtió en un importante centro de comercio y cultura, y fue durante muchos años una de las partes de la antigua Roma.
La conquista romana fue el periodo de tiempo durante el cual el Imperio Romano se expandió y abarcó una gran cantidad de territorios. Esta expansión comenzó hacia el año 264 a. C. y se extendió hasta el año 14 d. C. cuando la conquista de Hispania se completó. Esto significa que la conquista romana duró aproximadamente 583 años.
Durante esta época, el Imperio Romano no sólo se expandió hacia el este, sino que también se expandió hacia el oeste. Esto significa que abarcó una gran cantidad de territorios, incluyendo la actual Grecia, Egipto, Siria, el norte de África, el sur de Francia y partes de la Península Ibérica.
Además de la expansión territorial, durante la conquista romana se desarrollaron muchas formas de administración. Estas incluyen el desarrollo del sistema legal romano, el establecimiento de un sistema tributario, el desarrollo de un sistema monetario, entre otros. Estos desarrollos contribuyeron a la creación de un sistema de gobierno estable y eficiente que duró durante siglos.
Además de los desarrollos administrativos, durante la conquista romana se desarrollaron muchas formas de cultura. Esto incluye el desarrollo de la literatura, el arte, la arquitectura, la música, la escultura, entre otros. Estos desarrollos contribuyeron a la creación de una cultura rica y variada que todavía se mantiene hoy en día.
En conclusión, la conquista romana duró aproximadamente 583 años. Durante este periodo de tiempo se desarrollaron muchas formas de administración y cultura que contribuyeron a la creación de una sociedad estable y rica que todavía se mantiene hoy en día.