Los musulmanes ocuparon una gran cantidad de territorios durante el periodo de la historia conocido como la expansión islámica, desde el siglo VII hasta el XVI. Durante este periodo de tiempo, los musulmanes extendieron su civilización y religión a través de la conquista de numerosos territorios. Los territorios ocupados por los musulmanes incluyen gran parte del Medio Oriente, el Norte de África, el Sureste de Europa y partes de Asia Central.
Los musulmanes establecieron numerosos estados y califatos durante esta época, como el Califato Umayyad, el Califato Abasí y el Imperio Otomano. Estos estados se extendieron desde España hasta el sur de Rusia. Además, los musulmanes conquistaron numerosos territorios en el Norte de África, incluyendo Marruecos, Argelia, Túnez, Libia y Egipto.
Los musulmanes también conquistaron el sur de la India, el sur de Asia Central y la península malaya. Estas conquistas permitieron a los musulmanes expandir su cultura, su religión y su lengua a través de estas regiones. Muchas de estas culturas y tradiciones aún sobreviven hasta el día de hoy en estas regiones, lo que demuestra el impacto de la expansión islámica.
En resumen, los musulmanes conquistaron una gran cantidad de territorios durante el periodo de la historia conocido como la expansión islámica. Estos territorios incluyeron gran parte del Medio Oriente, el Norte de África, el Sureste de Europa, partes de Asia Central, el sur de la India, el sur de Asia Central y la península malaya. Muchas de estas culturas y tradiciones aún perduran hasta el día de hoy en estas regiones, demostrando el profundo impacto de la expansión islámica.
Los musulmanes recuperaron varios territorios durante el inicio de la Edad Media en el siglo VII. Esta recuperación fue realizada a través de la expansión del Islam, una religión monoteísta que se desarrolló en el Cercano Oriente. Los musulmanes conquistaron grandes partes de la actual España, Siria, Egipto, Iraq, Turquía y otros países. Estas conquistas no solo expandieron el Islam, sino que también contribuyeron al desarrollo de la cultura árabe. Esto incluyó la introducción de nuevas artes, ciencias, tecnologías y religión.
Durante el principio de la conquista musulmana, los territorios eran gobernados por un líder militar y religioso. Estos líderes gobernaban mediante el uso de la Sharia, un código legal basado en los principios del Islam. Esta ley fue utilizada por los musulmanes para administrar sus territorios. Los musulmanes también introdujeron nuevas formas de gobierno, como el califato, que fue un sistema político basado en el Islam.
Los territorios musulmanes también contribuyeron al desarrollo de la cultura y la economía. Esto incluyó el comercio, la agricultura, el desarrollo de nuevas tecnologías, la construcción de carreteras y la creación de ciudades. Esto permitió a los musulmanes desarrollar una sociedad próspera y avanzada. Además, los musulmanes también contribuyeron a la formación de la cultura europea, aportando conocimientos y tecnologías de los territorios musulmanes al resto del mundo.
Durante el siglo VII, un grupo de árabes de la península arábiga se expandió por África y llevaron su religión y cultura a los pueblos africanos. La expansión fue liderada por los conquistadores musulmanes que conquistaron un gran número de países a lo largo de la costa africana del Atlántico, desde el Marruecos hasta el Sudán. Esta expansión se conoce como la conquista islámica de África. Durante la conquista, los musulmanes establecieron gobiernos y construyeron mezquitas para fomentar el Islam entre la población. Esto hizo que muchos de los países se convirtieran al Islam de forma pacífica, sin necesidad de derramamiento de sangre. Los países conquistados incluyeron: Marruecos, Mauritania, Senegal, Gambia, Mali, Burkina Faso, Costa de Marfil, Guinea, Liberia, Sierra Leona, Níger, Chad, Sudán, Etiopía, Somalia, Eritrea, Djibouti, Túnez, Libia, Egipto, Argelia y Túnez. Estos países son ahora parte de la cultura islámica de África y muchas de sus principales ciudades son hogares de importantes mezquitas y lugares santos.