La Segunda República Española fue un periodo de la Historia de España que se extendió desde el 14 de abril de 1931 hasta el 1 de abril de 1939, cuando fue abolida por el general Francisco Franco. Esta etapa de la Historia de España fue marcada por una convulsa situación política, económica y social, que se debió principalmente a una serie de causas que llevaron a su instauración.
La primera de estas causas fue el descontento popular. La población estaba cansada de los abusos de la Monarquía y exigía un cambio de régimen que les garantizara más derechos y libertades. El rey Alfonso XIII fue obligado a dar el trono a su hijo y marcharse del país.
Otra causa importante fue el desarrollo de las ideas socialistas y republicanas. A finales del siglo XIX, y en medio de una crisis económica, el movimiento obrero y los partidos de izquierda comenzaron a ganar popularidad y a exigir un cambio de régimen. Estas demandas fueron apoyadas por intelectuales y ciudadanos preocupados por el bienestar de la nación.
Un tercer factor fue la influencia de la Primera Guerra Mundial. La guerra provocó una gran crisis económica en España, lo que llevó a un descontento generalizado y a la exigencia de una reforma política. La caída de la monarquía autoritaria de Alfonso XIII fue una consecuencia directa de este conflicto.
Otros factores que contribuyeron a la instauración de la Segunda República fueron el papel desempeñado por los partidos políticos, la influencia de la prensa y los intelectuales, la llegada de un nuevo liderazgo, la inestabilidad social y la creciente desigualdad entre ricos y pobres.
En resumen, aunque la Segunda República fue un periodo de profundos cambios para España, su instauración se debió principalmente al descontento popular, el desarrollo de las ideas socialistas y republicanas, la influencia de la Primera Guerra Mundial, el papel de los partidos políticos, la influencia de la prensa y los intelectuales, la llegada de un nuevo liderazgo, la inestabilidad social y la creciente desigualdad entre ricos y pobres.