Antes del estallido de la Guerra Civil Española en 1936, existieron varios regímenes políticos en España.
El primer régimen previo a la Guerra Civil fue la monarquía constitucional, liderada por el rey Alfonso XIII. En este régimen, España experimentó un auge económico, cultural y político, pero también hubo corrupción y enfrentamientos entre las fuerzas políticas.
Luego de la monarquía, llegó la Segunda República, proclamada el 14 de abril de 1931. Este régimen fue la culminación de un período de intensas luchas sociales y políticas. La Segunda República se caracterizó por el avance en derechos y libertades, pero también por una gran inestabilidad política y social. Fue en este régimen en donde se produjo el estallido de la Guerra Civil Española.
En los últimos años de la Segunda República, hubo dos gobiernos que buscaron hacer frente a la extrema situación política que se vivía en España: el Gobierno de Largo Caballero, liderado por el político socialista Francisco Largo Caballero, y el Gobierno de Negrín, liderado por el político socialista Juan Negrín. Ambos gobiernos tuvieron que enfrentar el avance del ejército franquista, que finalmente se impuso y provocó el fin de la Guerra Civil Española.
En conclusión, los regímenes previos a la Guerra Civil Española fueron la monarquía constitucional y la Segunda República, caracterizados por logros y desafíos políticos, económicos y sociales. La Guerra Civil Española fue el desenlace de una serie de conflictos políticos y sociales que llevaron a la caída de la Segunda República y al inicio de la dictadura franquista.
Antes de la Guerra Civil, España estaba gobernada por una monarquía constitucional. El rey Alfonso XIII era el jefe de estado, pero el poder real había sido transferido a un parlamento bicameral. La cámara baja, conocida como el Congreso de los Diputados, era elegida por sufragio universal masculino. La cámara alta, el Senado, era en gran parte designada por el rey.
El sistema político español era conocido como la Restauración, ya que había sido establecido después de la restauración de la monarquía en 1874, después de un breve período de gobierno republicano. Durante este período, España tuvo varios partidos políticos que representaban diferentes intereses, pero el Partido Liberal y el Partido Conservador dominaban la escena política. Estos partidos eran conocidos como los partidos turnistas, ya que se turnaban en el poder cada vez que se celebraban elecciones.
A pesar de los avances en la democracia y la modernización, España todavía era un país muy dividido. Había grandes diferencias económicas y sociales entre el norte industrializado y el sur agrícola. Además, había tensiones políticas y culturales entre la región de Cataluña y el resto del país. Estas tensiones, combinadas con la crisis económica mundial de la década de 1930 y la creciente polarización política, finalmente llevaron a la Guerra Civil española en 1936.
La Guerra Civil Española fue un conflicto armado que tuvo lugar entre el 17 de julio de 1936 y el 1 de abril de 1939. Previamente a este periodo, España había pasado por diferentes etapas políticas donde distintos partidos gobernaron el país.
Antes de la Guerra Civil, el gobierno de la Segunda República española se estableció en 1931 tras las elecciones municipales que llevaron al poder a partidos de izquierda, que habían formado una coalición llamada Frente Popular. Esta coalición se mantuvo en el poder hasta 1936, cuando se produjo el golpe de estado liderado por Francisco Franco.
Antes del gobierno de la Segunda República, España fue gobernada por la monarquía absoluta de Fernando VII, el cual abolió la Constitución de Cádiz y restableció el absolutismo en 1814. Posteriormente, se estableció el Estatuto Real en 1834, que buscaba una monarquía constitucional aunque apenas tuvo validez.
En 1868 se produjo la Revolución de 1868 o La Gloriosa, que llevó al exilio a la reina Isabel II y al establecimiento de la Primera República española. Sin embargo, esta república tuvo una duración muy corta debido a la inestabilidad política y social que se vivió en el país.
En resumen, distintos gobiernos han pasado por España antes de la Guerra Civil, desde la monarquía absoluta de Fernando VII hasta la Segunda República, pasando por el corto periodo de la Primera República española. Todos estos períodos estuvieron marcados por situaciones políticas y sociales complicadas, lo que finalmente llevó a una guerra civil que tuvo consecuencias graves en la historia de España.
La Guerra de la Independencia o Guerra Napoleónica, fue la guerra que tuvo lugar en España entre 1808 y 1814. Este conflicto se inició después de que Napoleón Bonaparte invadiera la península ibérica con el objetivo de expandir su imperio por Europa. Es considerada una de las guerras más devastadoras que tuvo lugar antes de la Guerra Civil.
Otro conflicto armado de gran importancia fue la Primera Guerra Carlista, una guerra civil que tuvo lugar en España entre 1833 y 1839. La causa principal de esta contienda fue la rivalidad entre dos ramas de la familia real española, la de Isabel II y la de Carlos V. Finalmente, la victoria de las fuerzas liberales supuso el fin de la insurgencia carlista.
La Guerra de Cuba, que tuvo lugar entre 1895 y 1898, fue otro de los grandes conflictos bélicos que precedieron a la Guerra Civil. Esta guerra fue librada entre España y las fuerzas independentistas lideradas por José Martí y Antonio Maceo. La derrota española supuso la pérdida de Cuba y Puerto Rico, poniendo fin a su poder colonial en América.
El 18 de julio de 1936 comenzó la Guerra Civil española, un conflicto que duró casi tres años y provocó la muerte de más de medio millón de personas. En ese momento, el gobierno de la Segunda República española estaba liderado por Manuel Azaña, quien había sido elegido presidente en febrero de 1936. Azaña, que pertenecía al Partido Republicano Radical Socialista, había sucedido a Niceto Alcalá-Zamora en la presidencia.
El gobierno de Azaña intentaba llevar a cabo una serie de reformas políticas y sociales que no fueron bien recibidas por sectores conservadores y militares. Estas tensiones, sumadas a la crisis económica y al conflicto territorial en Cataluña, hicieron que la situación política del país fuera cada vez más inestable y tensa.
En este contexto, se produjo una sublevación militar liderada por Francisco Franco, que contaba con el apoyo de diversos sectores de la sociedad española y de los gobiernos fascistas de Alemania e Italia. La Guerra Civil había comenzado y se extendería por toda la geografía española, dejando un rastro de destrucción y sufrimiento a su paso.